Cerca de Dios

En el Monte Faro, a casi 1.000 metros de altura, el frío era ayer propio de un día invernal. El más precavido fue Fraga, que llegó envuelto en un espeso abrigo de estilo bávaro, pero otros dirigentes de su partido y numerosos militantes, vestidos con atuendo veraniego, se quedaron con el rostro encogido. "A primera hora de la mañana cayó aquí de todo. Esto parecía un escenario de Macbeth. Pensamos que ni siquiera se podría celebrar la romería", comentó un diputado autonómico, metido a tareas de organización. El cálido moreno del rostro de Ana Botella, esposa de Aznar, parecía como llegado de otro mundo.Con tanto frío, el sacerdote no se atrevió a prolongar la misa de campaña a la que asistieron todos los dirigentes populares antes de hablar a la multitud. La ceremonia duró 10 minutos y no hubo ni homilía ni comunión, como señalaron con sorpresa algunos de los presentes, atónitos por tan escaso boato.

Pero Fraga disipó cualquier duda poco después, en su discurso a la militancia. Afirmó que a pesar de las inclemencias del tiempo había que apreciar la belleza de aquel monte desde el que se divisan las provincias de Lugo, Orense y Pontevedra. "Para celebrar un triunfo, cualquier lugar es bueno", proclamó, "pero para preparar el futuro no hay sitio mejor que éste, porque aquí estamos más cerca de Dios".