Fuencarral consulta a los vecinos la ubicación de un aparcamiento

Uno de los aparcamientos para residentes (PAR) del distrito de Fuencarral no encuentra ubicación definitiva, debido en parte a las protestas vecinales de la urbanización Altamira. Para resolverlo y no disgustar a nadie, el concejal del barrio, Miguel Martín Vela, ha enviado un cuestionario a 5.500 vecinos para saber qué lugar prefieren si van a comprar una plaza. El sondeo termina el día 30, y hasta ayer, viernes, habían contestado unos 40 vecinos. Pero el estacionamiento fue adjudicado en pleno municipal el 29 de abril en un fondo de saco entre las calles de Ferrol y Ginzo de Limia a la empresa INAUSA. Antes se había pensado asentarlo bajo el parque de la Alcazaba, pero se desechó porque el arbolado -1.300 ejemplares- podía destruirse, según explica el concejal. La nueva opción, la sometida a votación, es en Sinesio Delgado, en una zona alejada de viviendas. En el cuestionario remitido por la junta se pregunta: "¿Compraría usted una plaza si el PAR se ubica en Sinesio Delgado?".La Asociación de Vecinos de Altamira arguye en contra de ubicar allí el aparcamiento que va a perjudicar la calidad de vida de los vecinos, y que su construcción va a molestar a 1.200 vecinos mientras que tan sólo beneficiará a 302 personas, las compradoras de otras tantas plazas que tendrá el PAR. Su precio medio de venta es de 1.300.000 pesetas.

Temor

El concejal de Fuencarral considera que la protesta vecinal se debe a que nadie quiere tener una obra al lado de su casa. Y considera infundado el temor de los vecinos de que se vayan a mover o agrietar los muros de sus casas cuando se haga la excavación: "La distancia del muro pantalla de las casas va de los cuatro a los ocho metros", arguye. José María Gómez, de la Concejalía de Circulación y Transportes, confirma que si los vecinos votan en contra "el Ayuntamiento variará el emplazamiento". Gómez explica que se adjudicó el PAR a INAUSA precisamente porque era la empresa que ofrecía una ocupación mínima del suelo. Y niega la sospecha vecinal de que durante la construcción de las instalaciones no quede espacio para que pasen los servicios de emergencias: "Cuando no pueden pasar es ahora", dice García.