Coslada celebra el Día del Niño convinrtiendo un parque en una Ludoteca

"Déjales jugar" es el lema que la Concejalía de la Infancia de Coslada -pionera en la discriminación positiva hacia este sector, que supone el 33% de la población- eligió ayer para celebrar el Día Internacional del Niño. La zona verde de El Lago se convirtió en una gran ludoteca por donde pasaron miles de chavales.

"Los críos de hoy prácticamente no juegan, aunque es una de sus principales necesidades. Jugando se incorporan a la vida", asegura Luztgarda Reig, responsable de la concejalía, que se creó hace dos años."Los niños son personas ya. Son ciudadanos de pleno derecho, aunque no voten, no proyectos de adulto", asevera tajante Reig, quien asegura que como "sujetos sociales tienen unas necesidades, que en un país desarrollado, cubiertos los mínimos, son: el juego, la participación y la identificación con su pueblo".Tras la jornada escolar

"Los niños de hoy juegan muy poco. Los padres piensan que cuanto mejor currículum tengan mejor será su vida, y les llevan a inglés o a informática después de la jornada escolar", explica Reig. Ayer no fue el caso: los niños recibieron una invitación dirigida personalmente a ellos para pasar el día jugando en El Lago.

Pero los padres esperaban fuera, mientras los chavales exploraban el lago en los barcos piratas o patrullaban en moto cogidos de la cintura de los agentes de la Policía Local, y' como fin de fiesta, bajaban la calle montados en un río¡ de espuma que salía de los coches de bomberos.

La fiesta del domingo fue sólo para ellos. Su presencia en las otras fiestas es una de las obsesiones de la concejalía, que pretende que en cualquier evento que se celebre en Coslada los más pequeños tengan sus actividades, "y no cualquier cosa, sino espectáculos o entretenimientos de calidad", afirma Dolores Tamayo, pedagoga y una de las dos técnicas que trabajan en la Concejalía de la Infancia, que cuenta con 34 millones de pesetas de presupuesto anual.

La segunda necesidad apuntada por Reig, la participación, está casi cubierta en Coslada. Ayer cumplía un año el Consejo de la Infancia, un órgano que se reúne mensualmente para ver qué necesitan los más pequeños del pueblo y que está formado por representantes de todas las entidades ciudadanas y seis chavales, uno por barrio, de entre 8 y 14 años. Fueron elegidos por sus compañeros en unos auténticos comicios, en los que cada uno tuvo que presentar su programa electoral. También tienen un club infantil, donde los chavales del barrio de Ciudad 70 se reúnen cada día. Es un local, situado en el centro cultural Buero Vallejo, atendido por monitores de Tiempo Libre. Los niños proponen y deciden las actividades a realizar.

La tercera necesidad, la identificación con su pueblo, aún está por conseguir. "Es importante que los niños sepan que son de Coslada. Hay que evitar que se sientan desarraigados", afirma Reig, que cree que a los críos de los noventa les faltan referencias. En una encuesta realizada entre 5.000 niños del municipio para saber qué querían los chavales, éstos pedían "sitios donde encontrarse con sus amigos".