Científicos británcios estudian el efecto de la televisión en niños de una isla remota

Entre los niños que mejor se portan del mundo están los que viven en Santa Elena, una remota isla del sur del Atlántico que nunca han visto la televisión. Cuando a estos pequeños les presenten el mes que viene la mágica pantalla cuadrada, un experto británico estará observándoles atentamente. El psicólogo Tony Charlton dijo que esta experiencia -que durará cuatro años- brindará a los científicos una oportunidad única de estudiar los efectos de este medio en los seres humanos.Santa Elena, la isla donde murió exiliado Napoleón en 1821, no tiene pistas de aterrizaje, ni autobuses, ni trenes, ni cines, ni siquiera tebeos para los niños. "Un transbordador va allí cada seis semanas, y hasta eso se ha roto", dijo Charlton. La empresa Cable and Wireless empezará a retransmitir en julio una mezcla de programas británicos y surafricanos para los 5.500 habitantes de la isla.

Según Charlton" los estudios preliminares de "escolares medios" de entre 9 y 12 años de la diminuta isla mostraban que estos niños están entre los más equilibrados del planeta. Su tasa de problemas de comportamiento es de las más bajas del mundo, un 3,4%. Sólo hemos encontrado una inferior: en Japón. En Gran Bretaña puede ascender hasta un 24% en algunas ciudades del interior", dijo el psicólogo, quien añadió: "La gente tiende a centrarse en el aspecto negativo de la televisión, y en que los niños vean violencia entraña un peligro. Pero también aporta un suplemento educativo. La televisión no es ni buena ni mala. Depende de cómo se utilice".