Aznar: "Vamos a llenar de esperanza a un pueblo que no puede vivir en la resignación"

José María Aznar busca un cierre de campaña en un clima de apoteosis. Tras el baño de multitudes del jueves en Valencia, ayer trasladó su mensaje a Valladolíd, donde 14.000 personas, con una nutrida representación juvenfl9 llenaron la plaza de toros. El mocerío quería fiesta y los oradores tuvieron más dificultades que nunca para hacerse oír. El clima fue muy distinto al del resto de la campaña, con los muchachos gritando: "Felipe, jódete, Castilla es del PP". Aznar logró a duras penas componer un discurso en el que afirmó: "Vamos a llenar de esperanza a un pueblo que no puede vivir en la resignación".

Por la mañana, en una entrevista en la Cadena SER, Aznar afirmó que si los votantes le eligen alguna vez presidente del Gobierno sólo se presentaría una vez a la reelección. El líder popular hizo ese comentario tras pronunciarse a favor de una reforma legislatlva que limite a dos legislaturas consecutivas, es decir ocho años, la permanencia en la presidencia del Gobierno.En Valladolid, el clima era de mitin-discoteca y contagió al propio Abel Matutes, número uno para el Parlamento Europeo, que, enfundado en su traje severo de doble botonadura, se despachó con que Castilla y León es "la repanocha". Sólo Aznar logró en algunos momentos imponer silencio con gesto severo a sus ruidosos seguidores que, apostados tras el escenario, compusieron un fondo espectacular de gritos y gestos: "Txema, valiente, arráncale los dientes", "Aquí están los jóvenes de Aznar". La muchachada interpretó en varias ocasiones el aplauso silencioso: centenares de banderitas plásticas del partido agitadas contra el viento hasta que el rumor impide hablar al orador.

Aznar apeló una vez más al voto sin límites ideológicos. Pidió a los ciudadanos que el domingo al acudir a votar "miren a su conciencia y midan su responsabilidad", porque ahora hay más paro y más corrupción que cuando Felipe González y el PSOE ganaron las elecciones generales hace un año y "hay que cambiar las cosas en España, no se puede seguir así".

El líder de los populares presentó al público de la comunidad autónoma que gobernó entre 1987 y 1989 el pacto autonómico al que se había referido el fin de semana en Barcelona, pero insistiendo ahora en la necesidad de vertebrar las aspiraciones de todos los españoles "sin privilegios para nadie". España, dijo, "necesita un gran Estado nacional que garantice los derechos de todos".

Como programa de futuro, Aznar expuso en cuatro apartados lo que denominó "una política nacional": reequilibrio territorial, regeneración moral, recuperación y saneamiento económico y defensa de los intereses nacionales de España en Europa.

"Vamos a llenar de esperanza a un pueblo que no puede vivir en la resignación", clamó el líder de los populares en la noche fría. Citando al poeta, Aznar terminó proclamando entre el delito de los tendidos y el ruedo que, como los castellanos, "tendremos las manos rugosas, rugosas, pero estarán limpias".

El ambiente de victoria se mascó durante todo el acto, que se inició pasadas las nueve de la noche. El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, uno de los hombres de más confianza de Aznar, animó el ambiente en un tono poco habitual en los actos del PP durante esta campaña. Calificó a Alfonso Guerra de "aprendiz de bufón" y "saltimbanqui del micrófono", y n respuesta a las demandas del público juvenil, que gritaba ,cuéntanos un chiste de Morán", dijo que el cabeza de lista del PSOE para el europarlamento ,"es un personaje del cine mudo, en blanco y negro".

[En Toledo, Francisco Álvarez Cascos acusaba al PSOE de haber superado el tope de gastos previstos para la campaña e insinuaba una posible manipulación en el suministro de datos electorales en función de los resultados, informa Efé].