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Arriba y abajo

Cubino no tuvo su gran día en la cronoescalada y no logró meterse entre los 10 primeros de la general; Montoya tuvo uno de sus días habituales y llegó dentro del control. Los dos antiguos jefes de filas del Amaya, ahora en diferente equipos -Kelme y Banesto llevan en Italia una carrera divergente."Tengo las piernas de piedra", dice Montoya. " Estoy agotado". Y se echa a reír recordando: "En la etapa de Aprica yo iba a mi ritmo, el último, y ya llegando de repente veo a Francis [Lafargue, un miembro del Banestol haciéndome señas de que acelerera. Y yo me tuve que poner a esprintar aunque no entendía lo que quería decirme. No llegué fuera de control por tres segundos".

Cubino, el único español ganador de una etapa en este Giro por ahora, tiene otras ambiciones: una posible retirada de De las Cuevas, le colocaría entre los 10 primeros. Y le parece poco.

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El juego de los errores

"Dos etapas y terminar entre los 10 primeros estaría mejor ¿,no?", dice su director, Álvaro Pino, quien anuncia que el bejarano está bien para la montaña. "Aún le queda gasolina", añade Pino, que no dejaba de maldecir la lluvia en la salida.

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