El Hew York Knicks y el Huston Rockets anuncian una final de NBA con defensas al límite

El New York Knicks y el Houston Rockets se aferran a su juego defensivo como arma decisiva de la final de la NBA que empezarán a disputar, al mejor de siete partidos, la próxima madrugada. Ambos equipos se distinguen por la presión defensiva que son capaces de imponer; incluso, en el caso del New York, sus jugadores se han visto involucrados en varias peleas con sus rivales. De alguna manera, el New York se ha convertido en el sucesor de los bad boys del Detroit Pistons que ganó dos títulos consecutivos en 1989 y 1990.El New York es un bloque que pierde balones y falla tiros, pero que eleva el tono de su juego con muchas recuperaciones de balón y una enorme tenacidad en la defensa y en el rebote. "Tal vez es el mejor camino para que nuestro equipo exprima todo su potencial", asegura Pat Riley, el técnico del Knics, que tiene en su poder cuatro títulos, los que ganó cuando dirigió al Lakers de Los Ángeles.

Una guerra

"Nos gusta el peligro. Nunca hemos esperado ganar una eliminatoria por 4-1. Nunca esperamos que un partido sea fácil", cuenta el alero Anthony Mason. "Va a ser una guerra. Olajuwon, el mejor jugador del año, nos puede poner las cosas muy difíciles", agrega la estrella del New York, Patrick Ewing.

El entrenador del Houston, Rudy Tomjanovich, dice: "Los equipos que llegan a la final tienen que ser muy fuertes en el aspecto defensivo. Los partidos van a ser un poco feos porque nadie va a ganar de una forma fácil. Al fin y al cabo, se trata de una final de la NBA". John Starks, del Knicks, advierte: "Hemos tenido un camino más dificil que el Rockets, y eso nos hace un equipo mejor".

El Houston ya ha llegado en dos ocasiones a la final, en 1981 y en 1986, pero en ambas le ganó el Boston Celtics. Para el New York será la séptima final. De las seis anteriores ganó dos, la última en 1973 contra el Lakers.

Houston posee la ventaja de campo y, por lo tanto, los dos primeros partidos se disputarán en su pista, el Summit, con capacidad para 16.611 personas, y si fueran necesarios, también los dos últimos encuentros de la serie se jugarían allí. Ayer todavía quedaban entradas para el primer partido, aunque a un precio desorbitado: unas 160.000 pesetas.

La final dará a conocer el sucesor de un equipo que marcó época, el Bulls de Chicago, ganador de los tres últimos títulos antes de que se retirara su gran estrella, Michael Jordan, que durante los últimos meses ha empezado a jugar en un equipo de béisbol.

Calendario

Día 9: 3.00 Houston-New York.

Día 11: 3.00 Houston-New York.

Día 13: 1.00 New York-Houston.

Día 16: 3.00 New York-Houston. En caso de ser necesarios:

Día 18: 3.00 New York-Houston.

Día 20: 1.00 Houston-New York.

Día 23: 3.00 Houston-New York. Todos los partidos serán retransmitidos en directo por La 2.