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Una 'vedette' triunfa en la cárcel de Carabanchel

Sol Luna, profesional del baile y de la danza, no las tenía todas consigo antes de empezar. En el patio de butacas, Heno a rebosar, la esperaban la cuarta y la sexta galerías de Carabanchel. Pero el primer striptease de la historia de la prisión no levantó los ánimos de los cerca de 400 reclusos más allá de los límites normales: algún grito de "guapa" muchos sibidos, ni una mano que sobrepasara la barrera y ningún espontáneo que saltara al ruedo. "Ha sido un éxito rotundo" dijo el director de la cárcel, José Antonio Moreta, al finalizar el espectáculo.

"Estábamos preocupados. No son normales este tipo de actos, pero el resultado ha sido muy satisfactorio y no ha habido ningún tipo de incidente". Pese a la tensión inicial, durante todo el show no hubo una vigilancia especial. Apenas tres funcionarios y el propio director velaron por la seguridad de la vedette en la sobremesa del pasado miércoles.Pero seguramente Sol Luna, de 26 años, profesional del desnudo integral que vive de sus galas en pequeñas ciudades (este fin de semana actúa en una discoteca de Toledo), ha toreado ante públicos más participativos. "En Vitoria un señor me escupió a las botas. No me esperaba una cosa tan tranquila en la cárcel", aseguró ayer Sol Luna. Su modelo, inspirado en el montaje sobre hielo de La Bella y la Bestia; su melena rubia platino, y su coreografía hechizadora, con cáliz y daga incluidas, no lograron calentar al auditorio.

Sólo con Master Blues, el grupo que la precedió, que hace versiones de clásicos del blues reforzadas con unas gotas de rock and roll, vibraron los reclusos, que jalearon de pie a los músicos madrileños.

El strip-tease se incluía dentro de la programación veraniega del teatro de Carabanchel, que ha financiado la Comunidad de Madrid y que tiene como objetivo "acercar la sociedad a la cárcel", según afirmó el director. El propósito de los jefes de la prisión es continuar con estos actos durante todo el periodo veraniego.

La fiesta duró poco más de una hora. A las 19.30 horas los internos abandonaron el salón en dirección a sus celdas.

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