Jackie pide a sus hilos intimidad para sus papeles personales

Caroline Kennedy y John F. Kennedy Jr., los hijos de Jacqueline Kennedy Onassis, son los principales beneficiarios del testamento materno, del que reciben dos grandes valores: dinero y discreción. Jackie pide a sus hijos que "respeten los deseos de privacidad y que tomen las medidas necesarias para evitar la difusión, publicación o distribución de los papeles, cartas y escritos incluídos en la herencia. En las 36 páginas del testamento, firmado el 22 de marzo de este año, no se desvela el bien guardado secreto de la fortuna de Jacqueline, que algunos estiman entre los 100 y los 200 millones de dólares (entre 13.500 y 27.000 millones de pesetas). Sus hijos reciben, además de los papeles personales, el dúplex de la Quinta Avenida, dos casas en Massachusetts y 250.000 dólares cada uno, además de un fondo establecido por su padre y alimentado económicamente por Jacqueline. El testamento distribuye otras cantidades y propiedades entre familiares y amigos íntimos, dota una fundación benéfica, C. & J. (Caroline y John) y deja, sin nada a su hermana Lee Radziwill, a la que asegura querer mucho, porque "ya le he dado suficiente durante toda mi vida". Maurice Tempelsman, el multimillonario belga que compartió los últimos 16 años de vida con Jackie -y que contribuyó a multiplicar la fortuna heredada de Aristóteles Onassis- es el ejecutor del testamerito y a él se destina "mi escultura griega en alabastro de la cabeza de una mujer".