"Corea del Norte no se atreverá a atacarnos"

ENVIADA ESPECIAL Líder de la oposición democrática, junto con su ahora enemigo Kim Dae Jung, durante los largos años de Gobierno militar, Kim Youg Sam, de 66 años, es el primer presidente civil elegido democráticamente en Corea del Sur en 30 años. Apenas lleva 16 meses al frente del país, pero su voluntad de hierro se ha dejado sentir desde el primer momento. Dio un tajo a la corrupción que hizo temblar el país, aunque en la actualidad su partido se encuentra sacudido por un escándalo financiero. Dos jefes de Gobierno han sucumbido ante su autoritarismo e incluso Chung Ju Yung, fundador de Hyundai, ha optado por retirarse para que su disputa personal con el presidente no afectara al mayor conglomerado industrial del país. Kim Young Sam respondió por escrito al cuestionario de EL PAÍS.

Pregunta. ¿Tiene Corea del Norte capacidad militar para lanzar un ataque sorpresa contra su país?

Respuesta. Sí. Cuenta con más de un millón de efectivos armados y posee un armamento convencional superior al de Corea del Sur. Además, el Norte ha desarrollado sus propios proyectiles de largo alcance, que no sólo pueden alcanzar la totalidad de nuestro territorio nacional, sino incluso las costas de Japón y que puede desplegar en cualquier parte en caso de emergencia. También hay que tener en cuenta que el 65% de su poder bélico se encuentra concentrado cerca de la línea del armisticio. En caso de que la comunidad internacional decida aplicar sanciones contra el régimen norcoreano o éste juzgue que no tiene otra salida para mantenerse en el poder, no es descartable que recurra a la aventura de una provocación. A pesar de ello, considero que Corea del Norte no se atreverá a atacarnos, ya que causaría su propia destrucción.

P. ¿Qué opina de lo que ha dicho estos días Kim II Sung de que ni tiene la bomba atómica ni tecnología para construirla?

R. Si es verdad lo que dice tiene que demostrarlo. Creo que Kim II Sung en la práctica debe aceptar tanto la inspección del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) como la inspección mutua entre ambas Coreas para, de esa manera, poner fin a las sospechas sobre el armamento nuclear.

P. ¿Debe intervenir la ONU si Pyongyang se obstina en no permitir la inspección de sus instalaciones nucleares?

R. Corea del Norte ha de tener en cuenta la preocupación de la comunidad internacional y acatar cuanto antes las medidas de seguridad nuclear del OIEA. Además, deberá garantizar la transparencia nuclear mediante el fiel complimiento de la declaración conjunta entre Pyongyang y Seúl sobre la desnuclearización de la península. Pienso que si Corea del Norte sigue rehusando la inspección del OIEA, el Consejo de Seguridad de la ONU tomará las medidas pertinentes y muchos países de la comunidad internacional se adherirían a esa decisión.

P. ¿Cree que la actual tensión con el Norte puede provocar la vuelta del Ejército que ha gobernado casi ininterrumpidamente su país?

R. Las Fuerzas Armadas apoyan positivamente las reformas militares que realiza mi Gobierno y, dado que se va extendiendo entre éstas la convicción de que si vuelven a intervenir en política las mayores damnificadas serán ellas mismas, tengo la seguridad de que el Ejército no volverá a inmiscuirse en la vida pública.

P. ¿La presencia militar norteamericana en su país es cada día más contestada por la juventud. ¿Hasta qué punto considera esa presencia necesaria?

R. Aunque hay ciertas consignas de carácter antinorteamericano entre algunos jóvenes, la mayoría del pueblo surcoreano es consciente de la importancia que tiene el que las tropas norteamericanas estén estacionadas en Corea del Sur. Si tenemos en cuenta la realidad de la seguridad de la península coreana, donde no ha finalizado todavía la guerra fría, el papel que en la actualidad juegan las fuerzas norteamericanas para refrenar las provocaciones de Corea del Norte es más importante que nunca.

P. Usted ha visitado recientemente China. ¿Cree que a medio plazo ése será el aliado que sustituirá a Estados Unidos en los intereses de Seúl?

R. En el campo económico las relaciones con China se desarrollan a gran velocidad. Sin embargo, la cooperación política y diplomática, incluso en la cuestión nuclear, sigue siendo limitada. En el futuro, sin duda, habrá un desarrollo intensivo de las relaciones en todos los campos, lo que contribuirá a la paz y estabilidad de esta zona del noreste asiático. Pero considero que Estados Unidos permanecerá como un país muy importante para nosotros tanto a medio como largo plazo.

P. ¿Está a favor de la reunificación de la península coreana?

R. El Gobierno tiene establecido un firme principio: llevar a cabo la reunificación por medios pacíficos conforme a consultas entre el sur y el norte. Pero, en marzo pasado, durante una sesión de conversaciones intercoreanas, Pyongyang no vaciló en dirigir a nuestra delegación palabras indignantes y amenazantes como el que convertirán Seúl en un "mar de fuego". Con ello se rompió el diálogo, pero si Corea del Norte muestra sus esfuerzos por disipar las sospechas nucleares, las relaciones entre el Sur y el Norte podrían tener un progreso significativo.

P. Al comienzo de su presidencia desató una guerra sin cuartel contra la corrupción heredada del antiguo régimen, pero actualmente parece haberse estancado. ¿Hasta qué punto la corrupción dificulta su desempeño del poder?

R. La lucha contra la corrupción y las irregularidades administrativas ha obtenido frutos que jamás se imaginaron en el pasado. Ahora me esfuerzo por mantener y administrar la tarea destinada a evitar una recaída de esos males, ya que no es nada fácil desarraigar una estructura de corrupción enraizada durante tanto tiempo en nuestra sociedad'. No obstante, está claro que de haber dejado la corrupción como estaba, la competitividad del Estado se habría derrumbado desde su interior mismo. En esta época de competición sin límite, la corrupción imposibilitaba nuestra supervivencia, por ello estoy dispuesto, con una voluntad inalterable a acabar con ella.

P. ¿Cómo afecta el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) a su país?

R. La eliminación de las barreras para el intercambio comercio al según el nuevo acuerdo del GATT afectará a Corea del Sur de una forma muy positiva, ya que aumentará nuestras exportaciones y diversificará nuestros mercados de exportación. Aunque cierta industria cuyo poder competitivo es débil sufrirá dificultades a corto plazo como consecuencia de la apertura, a medio y largo plazo será útil para fortalecer la estructura de la industria coreana. Es decir, los beneficios serán mayores que las pérdidas.