Toros, comuniones y capullos
Es posible que en la bolsa de votantes indecisos del PSOE, los que en las encuestas se callan sus intenciones, se encuentren los ciudadanos ocupados en asistir a primeras comuniones mientras habla Guerra y los aficionados taurinos que prefieren sentarse ante el televisor. En Ecija -un próspero pueblo sevillano, de buena agricultura- sólo unas 250 personas acudieron al palacio de Peñalver para asistir a un mitin de segunda división, pero interesante sobre el papel, a cargo del ex presidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, y el secretario de Organización del PSOE, Cipriá Ciscar, como platos fuertes, a quienes, en el último momento, se unió Carmen Hermosín, secretaria provincial del partido.La reunión empezó media hora más tarde de lo anunciado -"Es que hoy hay una corrida muy buena en Canal+", comentaba el público-, pero ni así se consiguió una multitud esplendorosa, teniendo en cuenta que Écija tiene más de 35.000 habitantes y un Ayuntamiento de mayoría socialista.
Y eso que estos mítines menores son muy entretenidos, porque en ellos se desmelenan los teloneros locales, ávidos de quedar bien ante los refuerzos de lustre que les llegan desde los centros de poder. Se crece el líder autóctono, fortalecido por la presencia del honorable visitante, y el / la cronista sale por unos minutos de su inevitable sopor de campaña para darse con el espectáculo de un aspirante a ascenso que saca a relucir los trucos más burdos del oficio.
En Écija, antes del apasionado alegato prosocialista de Hermosín, de la clara exposición de Pepote y de la un tanto cursi incursión de Ciscar en el terreno de las Bellas Artes -con un par de símiles escultórico-políticos que nos recordaron su paso por la Consejería de Cultura de la Generalitat valenciana-, abrió la caja de los truenos el compañero Juanma Barrios, secretario de la agrupación local y miembro del comité ejecutivo regional. Una joya.
Después de gritar "¡De basta, nada! ¡De lo mismo, más!", en sutil alusión al eslogan de Izquierda Unida -al menos, la nombró-, advirtió, poderoso: "¡Eso,pa unos! ¡Y pa otros, ahora!", dedicando a continuación a Poder Andaluz algún sutil recordatorio sobre su postura ante el referéndum por la autonomía de Andalucía del 82, equivocándose al nombrar los artículos de la Constitución, pero sin que ello mermara la fluidez de su discurso. Hay que decir, sin embargo, que Barrios alcanzó el momento más glorioso de su intervención cuando, acreditándose como biólogo de profesión, dictaminó que "la gaviota de los populares es un pájaro necrófago, que come mierda", aclaró, "y que sólo se fija en la mancha de mierda". Después de sacarle partido, durante un rato, al hallazgo, alentó a los presentes "a poner, el 12 de junio, las urnas a reventar de capullos". Fue muy aplaudido.
Es una lástima que la afición por los toros privara a muchos seguidores de apreciar el espectáculo de Juanma Barrios luciéndose delante de sus superiores, pero la cosa puede mejorarse si, en los mítines con poco cartel, se toman a algunos elementos de las distintas oposiciones y se les lidia entre discurso y discurso.
