Aznar asegura que los socialistas quieren devaluar el resultado de las europeas "porque van a perder"

José María Aznar acusó ayer a los socialistas de intentar devaluar por adelantado el resultado del 12 de junio, y lo atribuyó a que "han perdido el rumbo, han perdido los papeles y van a perder también las elecciones". Después de la lluvia de acusaciones y descalificaciones de que fue objeto el domingo, Aznar se reflrió en Bilbao, ante 3.500 seguidores enfervorizados, al "griterío" organizado "por los adversarios", y reiteró que no entrará al tirapo ni cambiará el tono de su campaña. El mitin, celebrado en un pabellón de la Casilla casi lleno, fue a especie de salida de las catacumbas del PP vasco, cuyo papel ha sido prácticamente marginal en Euskadi hasta las últimas elecciones generales.

Con 35 minutos de retraso llegaron al acto Aznar y el presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja. El primer candidato al Parlamento Europeo, Abel Matutes, dedicó la tarde a preparar los debates en televisión y no asistió. Un piquete de trabajadores de los autobuses urbanos de Bilbao, en huelga por el convenio colectivo, se situó ante el pabellón de deportes donde coreaban esta consigna: "A los de la reforma laboral, ni un solo voto". Dirigentes del PP se quejaron de la "presión disuasoria" del piquete.Como compensación, el público recibió a su líder con un entusiasmo próximo al delirio, agitando centenares de banderas del partido. No había ni una sola bandera vasca, no se escuchó una palabra en euskera ni se oyó la palabra Euskadi, que los dirigentes del PP evitan pronunciar.

Aznar insistió en su propósito de mantener un tono de moderación porque son los ciudadanos los que deben juzgar: "Toda España está viendo quién juega limpio, con buenas artes y con capacidad de propuesta", dijo, "y quién juega sucio, con malas artes y sin nada que ofrecer. Y lo tiene que seguir viendo".

El líder del PP exclamó que cuando sus eurodiputados se sienten en Estrasburgo lo harán con los que gobiernan en los grandes países de Europa. Pero sobre los socialistas, dijo: "¿Con quién se van a sentar los socialistas? ¿Con Craxi o con Carlos Andrés Pérez? Sería muy incómodo y además, no pueden".

Aznar advirtió sobre la posibilidad de que en los próximos días aparezcan encuestas menos favorables al PP, pero alegó que aunque en esos sondeos el PP sólo gane "por uno" al PSOE, lo importante es la victoria final.

Luego, frente al proyecto político nacionalista defendió una idea integradora de España "que asuma todas las diferencias" pero que evite "que el País Vasco se quede descolgado", subrayó su compromiso con el futuro industrial vasco como motor de la recuperación económica española y provocó una apoteosis final pidiendo "ánimo y fuerza" para llenar las urnas de votos.

Mayor Oreja contrapuso el proyecto europeo, "de suma de culturas, naciones y Estados", a la política nacionalista "de resta y división". El presidente del PP vasco aseguró que "no sobra nadie en este país, sólo sobran los que no saben respetar la vida de los demás" y reclamó, dirigiéndose al público, la creación de un clima de tolerancia y diálogo para que cuando los populares ganen las elecciones "ni la izquierda ni los socialistas tengan que soportar la incomodidad que vosotros habéis tenido que soportar muchos años".