El escultor negocia desde el tendido
El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Fernando López Amor, se llevó ayer a Fernando Botero a los toros para negociar desde la barrera del tendido 1 la permanencia en Madrid de 17 de las 21 esculturas del colombiano expuestas en e paseo e Recoletos.Botero viajó ayer desde París (donde había regresado hace dos domingos tras inaugurarse su exposición) especialmente para escuchar la propuesta del edil, empeñado en pedir dinero a quien lo tenga (alguna empresa, fundación o banco) para pagar los cerca de 1.000 millones de pesetas que podría costar la colección (un tercio de lo que el propio concejal calculó en principio).,
Cuando el edil lanzó su idea, Botero se mostró encantado, aunque la consideraba imposible.
Ayer López Amor intentó ilusionar al artista entre toro y toro. Para convencerle, eligió uno de los escenarios que más encandilan a Botero, un apasionado de las corridas desde su infancia. El concejal que cuenta las calderillas de las arcas municipales pretende que los gordos de Botero se queden en Madrid y constituyan una museo al aire libre sin coste para el contribuyente.
En el equipo del alcalde, José María Álvarez del Manzano, nadie comparte el entusiasmo de López Amor. Algunos de sus compañeros cuestionan incluso la calidad artística de los gordos de Botero.
El propio regidor manifestó en un principio que era imposible que las esculturas se quedasen en Madrid. Luego, cuando se planteó la vía del mecenazgo privado, Álvarez del Manzano matizó que en ese caso no habría problema.
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