Cádiz, Burgos, Murcia y Castellón, las horas bajas de cuatro históricos

Cádiz, Burgos, Murcia y Castellón, cuatro equipos que suman 35 temporadas en Primera División, están en Segunda B. Cuatro históricos en horas bajas que no han podido soportar la presión, sobre todo, de los problemas económicos. El Cádiz es el paradigma más sonado de este fracaso. Se marcha a Segunda B, un torneo casi regional que nunca ha conocido, después de haber dilapidado los ingresos que obtuvo por el traspaso de su espina dorsal: Kiko, Quevedo y Arteaga. Ocho años, de forma consecutiva, se mantuvo en Primera batallando en el límite. No había promoción que lo empujara a Segunda. Incluso llegó a mantenerse recurriendo a los despachos, justo cuando Manuel Irigoyen forzó una nueva mecánica que llevó a la ampliación hasta 20 equipos de la Primera División. Su descenso, la temporada pasada, tras un primer año de experiencia como sociedad anónima, sumió al Cádiz en un bache insalvable. Perdió tantos puntos en los primeros compases ligueros que, hasta en su ciudad, se perdieron las esperanzas antes de la primera vuelta.Tampoco le fue a la zaga el Burgos. Desde Tercera, el nuevo equipo burgalés sólo empleó siete años en alcanzar el peldaño más alto: llegó a Primera en la temporada 90-91 y resolvió la campaña con dignidad al mantenerse sin agobios. Su descenso a Segunda B, prematuro como el de los cadistas, se produce en un momento tan sórdido como el que hiciera desaparecer al Burgos C. F., en medio de una sofocante crisis económica.

El Murcia es otro asiduo de Primera que ha caído en el pozo del que salió hace ahora un año. De los descendidos es, sin embargo, el equipo que más temporadas, ha militado en la máxima categoría, 15 temporadas. Aspiraba a mantenerse, para poco a poco retomar a la división que abandonó en 1989. La Segunda B se lo ha tragado después de una nefasta campaña en La Condomina donde cedió 15 puntos.

Los castellonenses lo han encajado peor. Llegaron a estar salvados durante algunos minutos de la última jornada, pero la irregularidad se ha llevado al club al grupo mediterráneo de la Segunda B. Ha sacado más puntos fuera de su estadio que el Betis -que ascendió de forma automática-, pero dilapidó la cosecha en Castalia, el estadio más vulnerable de la Segunda junto con el del Cádiz. Nunca estuvo en Segunda B. La última vez que militó en Primera fue en la temporada 1990-91.