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Entrevista:

¿Cómo voy a ocultar un embarazo de seis meses?

Mide 1,77 centímetros y ni con altísimos tacones consigue alcanzar a Juanma Iturriaga, su compañero en pantalla. Elsa Anka nació en Barcelona hace 28 años. Con esa talla, no le costó trabajar como modelo. Y, como a muchas maniquís, un día le llegó el salto a televisión. Pero entre ambos oficios existen diferencias. Una, que las caras bonitas han de tener a veces buena voz, y otra, que a una modelo embarazada se le acorta considerablemente la pasarela. Estaría todo dicho si en marzo de 1993 Marga Sánchez, chica del tiempo en Canal Sur, no hubiera sido apartada de la pantalla por hallarse encinta. Elsa Anka, en su sexto mes de gestación, seguirá en El friqui, que amplía su emisión hasta finales de junio a causa de los Mundiales. Se siente feliz al ver cómo el suceso más importante de su vida no ha tenido trascendencia alguna en su trabajo.Pregunta. ¿No temió por su empleo?

Respuesta. Bueno, si formara parte de un ballet, no podría aparecer en biquini. El embarazo me pilló a mitad de temporada y enseguida lo comuniqué, aunque en mi contrato no hay cláusula alguna ni en contra ni a favor de este asunto. Yo sé que vivimos en un mundo dominado por la imagen, pero si la embarazada es una presentadora de informativos, seguro que no hay problema.

P. ¿Trata de disimularlo?

R. En absoluto. ¿Cómo voy a ocultar un embarazo de seis meses? Dicen que se me nota, pues claro, pero a mis jefes la situación les ha parecido totalmente natural. Espero que al público también. Pensé en la joven audiencia de El friqui, pero si un niño de ocho años es capaz de decirle "tía buena" a una mujer, también ha de saber lo que es un embarazo.

P. ¿Más piropos callejeros en Madrid o en Barcelona?

R. Puede que más en Madrid, pero en cuestión de mujeres los españoles son bastante parecidos. Te dicen algo bonito y al segundo oyes cómo le repiten lo mismo a la chica de al lado.

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P. A usted parece preocuparle mucho el tener algo importante que decir.

R. Naturalmente. Desde que comencé hace tres años en Antena 3, presentando Polvo de estrellas, quise estar cómoda. Enseguida me pusieron una faldita corta, pero mi intervención tenía mucho contenido. Y para eso, antes de abrir la boca quiero saber muy bien lo que voy a contar. Si no lo entiendo, nadie me cree.

P. Y de deportes, ¿entiende?

R. Pues sí, además me gustan; y bastante para lo poco que suelen seguir el fútbol las mujeres. Ocurre que soy la segunda de dos hermanas y seguramente mi padre habría querido un chico. Desde pequeñita, me vi con la bufanda, la gorrita y la trompeta asistiendo con mi padre a los encuentros del Nou Camp.

P. Evalúe entonces la Liga, haga pronóstico.

R. Me sabe fatal ver al Atlético de Madrid o al Rayo en situaciones difíciles, porque les he cogido mucho cariño a los equipos madrileños. Mis amigos catalanes me ahorcarían si supieran lo que voy a decir: entre el Barcelona y el Deportivo de La Coruña, creo que el Depor merece ganar la Liga. Es muy aburrido ver siempre a los mismos en cabeza.

P. ¿Ha recibido ofertas de la televisión catalana?

R. Me he movido poquísimo por TV-3, pero me costaría mucho trabajo por el idioma. El catalán empieza a parecerme una lengua muy arcaica. Mis conocimientos son de calle, demasiado coloquiales para la televisión.

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