Emilio Sanchez no logra frenar su caída en la ATP
El tenista español Emilio Sánchez Vicario, que el próximo 29 de mayo cumplirá 29 años, no logra frenar su caída en la clasificación mundial de la ATP. La llegada de la tierra batida no ha servido de antídoto para sus males. Emilio inició mal la temporada y su clasificación se fue deteriorando progresivamente. El pasado lunes, sin embargo, su ranking cayó en picado y se hundió hasta el puesto 102.Es su clasificación más baja desde 1984, cuando estaba entrando en el circuito. Aquel año acabó 112º del mundo. A partir de 1986 se instaló entre los 20 mejores y ahí se mantuvo hasta el final de 1992. El año pasado, Emilio sufrió una serie de lesiones consecutivas y de problemas físicos que mermaron ostensiblemente su capacidad.
Emilio ganó su último torneo en Sidney, en 1992. Desde entonces ha disputado solamente una final: la de Santiago el año pasado. En 1993 fue semifinalista en Estoril, Madrid y Hamburgo. Aquellos resultados le permitieron mantener un buen ranking.
Ni siquiera en tierra
Pero la semana pasada, en Hamburgo, perdió un buen paquete de puntos. Su temporada de tierra batida está resultando realmente decepcionante. Alcanzó los cuartos de final en Estoril, donde perdió por primera vez contra su hermano Javier. Después fue eliminado en la primera ronda de Barcelona por Marcelo Filippini. Alberto Berasategui le derrotó de entrada en Niza, y Wayne Ferreira en Montecarlo. En Múnich, el alemán Karl Braasch le apeó de entrada. Y en Hamburgo perdió en segunda ronda frente al primer cabeza de serie, el alemán Michael Stich.Las posibilidades de recuperación de Emilio cada vez son menos. Le quedan dos meses para lograr algún buen resultado que le permita escalar posiciones en la clasificación. Tiene la ventaja de que en este periodo defiende pocos puntos. Pero si no consigue realizar un buen torneo, puede encontrarse al final del verano pasando fases previas.
Tanto Emilio como Pato Álvarez, su entrenador, confían en las posibilidades del jugador. Pero el tenista arrastra un problema de motivación difícil de superar. En los últimos 10 años el mayor de los Sánchez Vicario ha asegurado su futuro. Ha sufrido mucho en la pista. Pero ahora ni sus piernas ni su mente responden como hace dos años. Su recuperación, por tanto, sólo es posible mediante un sobreesfuerzo que no acaba de llegar.
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