Carlos Sainz recobra la esperanza con el segundo lugar en Córcega

Por una vez, y sin que sirva de precedente, Carlos Sainz (Subaru) acabó satisfecho con una derrota. Terminó segundo del Rally de Córcega, superado por el francés Didier Auriol (Toyota), nuevo líder del campeonato. Para el piloto español lo importante fue poder luchar por la victoria.

Carlos Sainz ya sabe, seguro, que dispone del arma para intentar ser campeón del mundo otra vez. Ayer, a falta de poco más de 100 kilómetros para que terminara el rally, sólo nueve segundos separaban a Sainz de volver a liderar una carrera del campeonato del mundo. Durante toda la jornada final había rebanado la ventaja de Didier Auriol hasta tenerlo a tiro de piedra. El Subaru Impreza le permitía estar peleando por el triunfo en el momento de la verdad.Se estaba jugando el rally y el bicampeón estaba en la partida. Fue entonces cuando la moneda de la suerte ofreció la cruz y un pequeño problema mecánico dejó a Sainz a las puertas de su 14º triunfo mundialista.

Concretamente, fue la barra estabilizadora delantera la que cedió y provocó que los neumáticos se desgastaran más de la cuenta. Hasta que el derecho pinchó. Al final acabó a 56 segundos.

"Hemos tenido mala suerte", comentó Sainz al terminar la cuarta prueba del mundial. "Se rompió la barra de estabilidad, cosa muy rara. El coche, por lo demás, ha ido muy bien", agregó.