Otro teatro en crisis

El teatro Calderón, uno de los más bellos y céntricos de la ciudad, ha cerrado sus puertas. Los 25 empleados del local, situado en la plaza de Benavente, han recibido sendas cartas de despido.

¿Cómo se saldará la crisis? Los dueños del Calderón -los herederos de Muñoz Lusarreta, los mismos que vendieron el teatro Fuencarral, hoy convertido en cine- sólo han señalado que no han hablado nunca de clausura del teatro, pero tampoco dicen cuál va a ser el futuro de este mítico escenario. Por el momento no hay programación prevista. La clausura de uno de los teatros más característicos del género lírico ha coincidido con las últimas representaciones del espectáculo ¡Viva Mozart!, que se despidió del escenario el pasado 30 de abril.

De momento, y aunque el teatro permanece cerrado al público, los trabajadores acuden diariamente a cumplir con su jornada laboral, y han anunciado su intención de resistir. Hace unos meses la empresa les comunicó su intención de emprender una regulación de empleo de cuatro meses (hasta septiembre). La propiedad alegó entonces que tenía dificultades para encontrar compañías rentables que quisieran trabajar en este escenario en verano. En eso estaban hasta que el pasado día 26 les llegó un nuevo comunicado que anulaba el anterior y donde que se hablaba ya del despido de toda la plantilla.

El teatro, joya arquitectónica de principicios de siglo, fue objeto el pasado verano de rumores sobre su cambio de actividad. La proximidad y competencia del edificio con los cines Ideal provocó una polémica que luego quedó en agua de borrajas.