Volkswagen comunica hoy a Seat que no recolocará a los 4.616 regulados
Ferdinand Piëch, presidente de Volkswagen (VW), anunciará hoy al consejo de administración de Seat que el consorcio alemán no se responsabilizará de la recolocación de los 4.616 trabajadores de la factoría de la Zona Franca que se hallan en situación de regulación temporal de empleo por dos años. En el mismo consejo y en la junta de accionistas de Seat -ambas se celebran hoy en Barcelona-, VW oficializará una operación acordeón con reducción del capital a cero. Posteriormente se hará una ampliación cercana a los 80.000 millones de pesetas.
La posición de VW, recogida en medios del consorcio automovilístico alemán, contradice el compromiso de recolocar a los trabajadores excedentes, asumido en su momento por la Generalitat y Seat.Este compromiso garantizó la paz social entre octubre y noviembre del año pasado y fue precisamente el argumento que decidió el apoyo de los sindicatos, UGT y Comisiones Obreras, en el momento de abordar el cierre ordenado de la factoría de Zona Franca. Los trabajadores no recolocados en el plazo de dos años serán "reincorporados a la empresa Seat, S A", dice literalmente el apartado cuarto de la resolución adoptada por la Dirección de Relaciones Laborales de la Generalitat el pasado 15 de diciembre de 1993.
Justificación oficial
En las últimas horas, la Generalitat de Cataluña, administración laboral competente para las factorías de Seat en suelo autonómico, ha dado a entender a la opinión pública que VW no asumirá los costes laborales de la reconversión de Zona Franca. Ayer mismo, Ignasi Farreras, consejero de Trabajo de la Generalitat, justificó en Tarragona la decisión del consorcio alemán, cuando todavía sonaban los ecos de una declaración similar del consejero de Industria, Antoni Subirà.En un primer momento, los sindicatos acusaron al Ejecutivo que preside Jordi Pujol de ser el "brazo ejecutor" de VW en sus presiones al Gobierno para lograr los 20.000 millones de pesetas que el propio Ferdinand Piëch pidió en la entrevista celebrada el pasado 18 de u abril con el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray. Desde el inicio de la crisis de Seat, la Generalitat ha comprometido avales por un importe de 8.000 millones de pesetas para reconvertir la factoría de Zona Franca en un parque de proveedores que absorbería los excedentes laborales.
Y desde la misma fecha (en septiembre pasado VW anunció en Wolfsburg, Alemania, las pérdidas multimillon arias de Seat) han sido necesarias cuatro reuniones de Piëch con el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y con el ministro de Industria para que el Gobierno "empiece a reconocer que no puede poner una peseta más en España y que son necesarias las ayudas públicas para reflotar Seat", según los mismos medios del consorcio.
La segunda vindicación sindical encaraba el conflicto ayer mismo con mayor contundencia: "Es impresentable que la administración que dicta un laudo diga, al cabo de tres meses, que no se puede llevar adelante", en palabras de José María Álvarez, secretario general de UGT en Cataluña. Su homólogo en CC OO, Josep Lluís López Bulla, añadió que el presidente de la Generalitat "hace muchas reflexiones sobre Seat, pero no tiene la cortesía de convocar a los agentes sociales para informarles de la situación de la empresa". Por su parte, el propio Pujol afirmó que las administraciones han "actuado con prudencia y acertadamente ante la situación de Seat, como lo demuestra la implantación de un centro de diseño de VW en Sitges (Barcelona)".
La junta de accionistas de Seat incluye hoy en su orden del día la aprobación de una operación acordeón para restablecer el equilibrio patrimonial después de unas pérdidas de 156.000 millones de pesetas en 1993 y de 50.000 millones en el primer trimestre de este año.
Seat reducirá primero su capital a cero y luego lo dejará en 10 millones de pesetas, el mínimo establecido por la Ley de Sociedades Anónimas. Posteriormente, el accionista Volkswagen desembolsará 80.000 millones de pesetas, que corresponden a la inyección comprometida por la venta de Landaben.
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