Abraham Olano, la revelación
Pasaba Abraham Olanó al lado y su director, Juan Fernández, no se recató de decir en alto: "Ahí le tienes, el nuevo Induráin". El ciclista se volvió y sólo pudo sonreírse y decir: "Ya, ya", rojo como un tomate. Juan Fernández exageraba, pero no tanto. Más en serio alabó su planta -1,82 metros y 67 kilos-, su juventud -24 años-, su carácter y su potencial. "Es un gran contrarrelojista [quedó sexto el lunes en el prólogo], tiene velocidad en las llegadas y sabe pasar bien la media montafia", dice Fernández, que fichó a Olano hace dos años, cuando quedó en libertad del equipo Lotus. "Tiene tiempo para progresar en la alta montaña. Y trabajaremos en ello. Nadie se ha fijado en él pero es la gran revelación de la temporada". Otro corredor vasco -Olano nació en Anoeta y reside en Tolosa (Guipúzcoa)- que empieza a colgarse la etiqueta de gran esperanza de futuro.