_
_
_
_

El sonido del agua

María Rosa Calvo-Manzano asocia el sonido del arpa al rumor de las fuentes de agua en los jardines Colgantes de Babilonia. El instrumento que María Rosa oca desde los cuatro años le ha dado sosiego espiritual y le ha alargado los brazos. "Soy alta, pero mis brazos son más largos de lo debido. Supongo que se debe al esfuerzo. A los cuatro años cuesta manejar el arpa", comenta la arpista. Ayer comenzó un ciclo de arpa en el centro cultural Conde Duque. Mesas redondas, conciertos y maratones de arpas condimentarán la semana organizada por la Asociación Arpista Ludovico."El arpa tiene un sonido acuático", explica María Rosa, catedrática de arpa a los 19 años. El arpa es un instrumento que sobrevive desde la antigüedad. Algunos la asocian al arco del hombre primitivo. María Rosa comentará en la conferencia de esta tarde la agitada existencia del arpa, que de ser el instrumento rey pasó al olvido hacia el año 1750 debido a problemas técnicos. Tardó bastante en modernizarse, y por eso son pocos los compositores que han creado obras para este instrumento. Beethoven sólo compuso una.

Doce catedráticas enseñan arpa en España y ocho de ellas han sido formadas por María Rosa. En Madrid hay 40 alumnos y 20 de ellos participarán el jueves en un maratón de arpa. En el grupo sólo hay dos niños. "El arpa es estéticamente un instrumento femenino, pero hace falta mucha fuerza para arrancarle sonidos. Eso la hace viril", dice María Rosa.

El maratón de estudiantes de los últimos años de conservatorio será el próximo viernes. "Desde 1991 los estudiantes de dedicado arpa han traído a España unos 30 premios internacionales", dice José Prieto, de la Asociación Arpista Ludovico.

No es fácil que un padre inscriba a su hijo en clases de arpa.

"No sólo por desconocimiento. Un arpa es muy cara. Hay que encargarla a Italia y cuesta 1.500.000 pesetas", comenta Prieto. Existe un reducido mercado de arpas en los conservatorios donde se consiguen, usadas, por 700.000 pesetas.

El ciclo se completa con dos mesas redondas sobre las posturas del instrumentista o el control de nervios. Esto último puede convertirse en un problema: si el sudor empapa los dedos hay pocas posibilidades de que el músico salga airoso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Ciclo de arpa. Centro cultural Conde Duque (Conde Duque, 1 l). Hoy, a las 19.00 horas, El arpa en la historia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_