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Los guerristas pisan los talones de Leguina tras ganar las 'primarias' en la capital

Javier Casqueiro

La pugna entre los socialistas madrileños no se resolverá hasta el congreso regional de los días 6, 7 y 8 de mayo. Las elecciones primarias desarrolladas durante esta semana en las 149 agrupaciones locales concluyeron ayer con una evidencia: la Federación Socialista Madrileña (FSM) está dividida -al menos- en dos mitades con fuerza similar. Los renovadores que dirigeel presidente regional, Joaquín Leguina, sostienen que han vuelto a imponerse, aunque por un porcentaje mínimo. Los guerristas replican que están por encima, pero no quieren "enfangarse" todavía en datos.

La victoria de unos y la derrota de los otros, en cualquier caso, se detallará hoy por un margen tan exiguo que ninguno de los dos sectores mayoritarios de la FSM -renovadores o guerristas- podrá prescindir del otro para superar el marasmo de los últimos tres años, desde que se erró en falso el anterior congreso.Virgilio Cano, el consejero de Cooperación de la Comunidad y portavoz ayer de los renovadores, transmitió un mensaje inequívoco: "Hemos ganado; tenemos una diferencia de 50 delegados a nuestro favor que es más apreciable que en el anterior congreso, pero sigue siendo escasa, y esto conduce a un escenario de integración que tendrá que configurar la renovación, con una ejecutiva renovadora desde el punto de vista numérico y unos responsables de las áreas claves y de gestión de total confianza del nuevo secretario general".

Cano, vicesecretario general de la FSM, especificó aún más los planes de futuro de los renovadores: "Si ellos reconocen que han perdido se podrá seguir adelante en la negociación para lograr una lista única integradora. En caso contrario, y si llegamos al congreso con dos listas, nosotros presentaremos a Joaquín Leguina como secretario general". Los renovadores proponen dos alternativas para encabezar una FSM integrada en los próximos años, la leguinista pura, con los consejeros Pedro Sabando, Ramón Espinar o Jaime Lissavetzky, o la opción del ex ministro José Barrionuevo. Cano se descartó ayer, de nuevo, como posible candidato y se marchó al cine a ver La edad de la inocencia.

"Eufóricos y satisfechos"

Los portavoces del sector guerrista en Madrid, dirigidos por el presidente de la FSM, José Acosta, se mostraban "eufóricos" y "muy satisfechos". No quisieron ofrecer datos de delegados en los ayuntamientos de más de 10.000 habitantes ni en los pueblos y se dedicaron hasta última hora a chequear una a una estas agrupaciones. "No queremos enfangamos en una guerra menor", aseguró un destacado acostista.

Pedro Castro, alcalde de Getafe y uno de los líderes en alza del guerrismo madrileño, sí indicó porcentaje de la victoria de su sector: "La propuesta de la integración gana cada vez más adeptos, sobre todo desde que Juan Barranco ha tomado partido por nosotros, y estamos en un 52,8%, frente al 47% de la renovación".

"Leguina está encogido políticamente y a la defensiva, porque ha elegido un discurso que es el único que excluye al vetar a Juan Barranco como candidato de la integración", comentó Castro. El alcalde de Getafe entiende que lo que demuestran los resultados es que "la sociedad madrileña y las agrupaciones apuestan por una integración, y no es nada edificante que Leguina se erija en el que dice quién puede ser candidato, porque la razón puede resistir derrotas, pero la exclusión, no".

Renovadores y guerristas destacaron, cada uno en la agrupación que más le interesaba, los avances y retrocesos del contrario. Lo que no resistió discusión alguna es lo que sucedió en Madrid capital, donde se impusieron claramente los acostistas. Cano calificó la diferencia final -en torno a los 30 delegados- "algo mayor de lo normal". Valoró la subida en Carabanchel, Getafe, Arganda, Móstoles, Alcorcón y se sorprendió de las derrotas en Alcalá o Entrevías. En Retiro concurrió como número dos de los guerristas, detrás del concejal Cástor Iglesias, el ex ministro Javier Sáenz Cosculluela.

La única impugnación oficial, por parte de la secretaría de organización de la FSM, se produjo en Pozuelo, plaza fuerte de la renovación y sede de numerosos consejeros y altos cargos del PSOE (Julio Rodríguez, Eduardo Mangada, Eduardo Sotillos, Julián Revenga o José Luis Fernández Rioja). Pedro Sabando y Luis Alejandro Cendreros, el presidente del comité local, propusieron un voto abierto y nombre a nombre, en contra de las candidaturas cerradas y bloqueadas que imponen los estatutos del partido. Los renovadores se justifican señalando que todos los presentes aceptaron ese sistema.

La integración más excluyente

En la Federación Socialista Madrileña (FSM), todos los que pintan algo hablan de integración. Los representantes del sector renovador, dirigidos por Joaquín Leguina y en línea con la nueva mayoría que dirige el PSOE desde su reciente congreso federal, creen que han ganado esta semana las elecciones en las agrupaciones previas al congreso regional, y proponen para elaborar la nueva ejecutiva de la FSM una lista "integradora" de 41 personas, en donde predominen los renovadores. Éstos tendrían también que copar los puestos clave, como la secretaría general, la secretaría de organización y la de administración. En esa "integración" renovadora no cabe Juan Barranco, al que el propio Joaquín Leguina ha vetado ahora para candidato a secretario general, cuando el mismo Leguma -según fuentes próximas al ex alcalde- le ofreció a Barranco ese puesto hace unos meses si acudía como su segundo al congreso de Madrid que seleccionó en enero los delegados que luego fueron al federal.Barranco se machó entonces con José Acosta -los guerristas madrileños- y con los renovadores de la base, militantes de la FSM sin cargo que se sienten muy próximos a Felipe González, en una alternativa que se denominó "de la integración". Barranco ha redactado un documento que se titula Por la integración y que ha entregado en sus visitas por las agrupaciones.

Los integradores costistas, barranquistas y por la base están seguros de haber ganado y no piensan bajar a su candidato -Barranco- de la grupa de esta extraña coalición de intereses. En el próximo congreso de la FSM (el séptimo) se medirán otra vez las dos fuerzas mayoritarias como ya lo hicieron -al parecer sin éxito en el anterior.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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