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Tomas Jofresa, el más votado

Robert Álvarez

Tomás Jofresa fue designado como el mejor base de la fase final por los periodistas. Pero para los aficionados españoles los mejores fueron todos los jugadores del Joventut. Rafael Jofresa: Le faltaba un triunfo de envergadura para reafirmar no sólo la confianza en su juego -que la tiene sobradamente-, sino también en la posibilidad de hacer algo más que rozar la gloria, tanto en su equipo como en la selección, en la que se ha consolidado como titular indiscutible. Su conducción fue impecable.

Villacampa: Una estrella no podía quedarse sin la guinda de una Copa de Europa para reafirmar su capacidad de liderazgo y elevarla a la máxima expresión. A su hoja de servicios, en la que se incluyen dos Copas Korac, una final de la Recopa y otra de la Liga Europea, le faltaba el máximo título. Le costó arrancar y tuvo problemas en su emparejamiento con Sigalas.

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Smith: Llegó por la puerta de servicio y se ha consagrado como uno de los más valiosos elementos del baloncesto europeo. Se encargó de una labor desagradecida, frenar a Paspalj, y además fue fundamental su labor reboteadora, con 10 capturas.

Ferran: Había perdido ya dos finales de esta competición y se mostró especialmente motivado para no tropezar por tercera vez en la misma piedra. Fue el jugador resolutivo que todos atisbaban y empieza a rellenar un historial de lo mejorcito en España. Un total de 10 rebotes y 17 puntos. Fue probablemente el mejor en el terreno estadístico.

Thompson: A los 33 años y tras haber dejado tras de sí una estela de sabiduría, se tenía que quitar la espina clavada de la final de Estambul, en la que estuvo muy por debajo de su velocidad de crucero. Lo hizo a lo grande, dando la estocada, con un triple decisivo.

Tomás Jofresa: La esperanza de una nueva generación desprovista de los complejos de sus mayores y capaz de dar réplica al descaro yugoslavo. Un título de altura dará sentido a sus alardes y le convencerá de la relevancia de su papel. Su labor fue desigual, pero Obradovic le supo recuperar en algunos momentos de desesperación. Falló dos triples, pero mantuvo el tipo.

Morales: Un especialista en trabajos duros y abnegados, que se supedita al colectivo, merece tocar el oro como el que más. Su marcaje a Tarpley fue de sombrero.

Dani Pérez: Su aprendizaje no puede tener mejor culminación que el gran triunfo de sus mayores. Lo mismo vale para Corrales y Albert. Se desgañitaron desde el banco.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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