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El secreto regreso de Olazábal

El golfista buscó el anonimato en su retomo a Hondarribia, su pueblo natal

Aurora Intxausti

José María Olazábal frustró el recibimiento de su pueblo natal Fue la sorpresa del fin de semana. No hubo lugar para el aplauso ni oportunidades para una miserable foto. Nada. Amparado en la oscuridad de la noche, Olazábal buscó el anonimato en su regreso a Hondarribia. Ni una palabra siquiera. El campeón se recluyó en su casa y mantuvo una férrea defensa de la agenda programada por su representante. Total, recibimiento popular para el martes y conferencia de prensa para el jueves.Horas antes de que el avión procedente de la capital francesa, donde el golfista guipuzcoano había participado junto a Severiano Ballesteros en el torneo Saint Cloud de dobles de París -quedaron en tercera posición-, aterrizase en las pistas del aeropuerto de Biarritz, se pidió un permiso especial. Alguien solicitaba que un vehículo pudiese llegar hasta las pistas y evitase los controles aduaneros rutinarios. Ese alguien o era un personaje importante o tenía algún motivo especial para pedir algo parecido. Ese alguien era Olazábal, que quería regresar a casa en silencio.

Olazábal llegó al aeropuerto minutos antes de las nueve de la noche del domingo, se adentró en el automóvil que le esperaba a pie de escalerilla, y desde allí fue trasladado a su domicilio en Hondarribia, evitando en todo momento ser fotografiado por los distintos medios informativos que se encontraban en la zona. Nadie pudo acercarse. Tener noticias del ganador del Masters se convirtió en un verdadero problema.

Durante toda la jornada de ayer permaneció descansando en la villa que la familia posee n Hondarribia, junto al campo e golf, preparándose sin duda ara el recibimiento que hoy tienen previsto tributarle sus conciudadanos en el Ayuntamiento. Por no hacer, ni siquiera salió al exterior. Por no tener, los periodistas tampoco tuvieron al alcance de sus cuadernos de notas las declaraciones de su representante. Olazábal quedaba fuera del campo de los medios de información justo cuando más cerca estaba de casa.

Inmediatamente, se buscó alguna explicación a lo inexplicable: el reciente vencedor del Masters de Augusta parece, según personas cercanas a él, estar molesto por el "acoso"que ha sufrido en los últimos días su familia por parte de la prensa mientras él se encontraba en París. Una venganza muy particular: Olazábal no es amigo de la improvisación y parece dispuesto a que la prensa respete fielmente lo programado.

Así pues, habrá que ceñirse a la agenda prevista. Los homenajes programados para tributarle a Olazábal en Guipúzcoa comienzan a celebrarse hoy en su localidad natal, Hondarribia, en donde el alcalde, Alfonso Oronoz, recibirá al golfista en el consistorio municipal. En la apretada agenda del deportista se incluye, para el próximo miércoles, una visita a la Diputación foral de Guipúzcoa, donde se le entregará la medalla de la provincia. El último homenaje se lo dedicará el Club de Golf de Hondarribia, en cuyo campo José María Olazábal dio sus primeros golpes. Además, los socios del club han acordado que el hoyo número 9 de ese campo lleve el nombre de José María Olazábal y que él mismo pueda rediseñarlo si tal es su deseo.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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