_
_
_
_

"A nado hasta Japón"

Los trabajadores de Santana, "dispuestos a recorrer medio Mundo

"Estoy dispuesto a ir nadando a Japón si hace falta". Con este ánimo iniciaba ayer Francisco Ramírez la marcha a pie que le llevará hasta Madrid, junto con 124 compañeros, para pedir soluciones concretas para la factoría de Santana Motor de Linares (Jaén). A las nueve de la mañana 250 trabajadores se reunían a las puertas de la empresa para iniciar dos marchas que tienen como destino Madrid y Sevilla, organizadas por los sindicatos UGT, CC OO y CSIF.Los hombres que ayer comenzaban la "marcha azul" están dispuestos a volver a llamar la atención de los ciudadanos y de las administraciones sobre la crisis que atraviesa Santana, en la que la multinacional japonesa Suzuki pretende reducir 1.500 de los 2.400 puestos de trabajo con que cuenta.

Los trabajadores de Santana cumplen dos meses de movilizaciones y ahora sólo confían en que estas marchas despierten tanto al Gobierno central como a la Junta de Andalucía y presionen así en la búsqueda de soluciones. Los que van a Madrid esperan entrevistarse con el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, sobre el que recaen las críticas más duras. "Ya que el ministro no ha tenido la vergüenza de recibir al comité de empresa, a ver si al menos acepta vernos a nosotros", dijo ayer Juan Navarrete que, tras llevar 18 años, en la sección de pintura de la empresa de Linares empieza a andar hacia Madrid para intentar defender su puesto de trabajo.

Pasadas las nueve y media de la mañana, la organización dio por concluidas las labores de preparación y daba la orden de salida. Los trabajadores que participan en las marchas fueron acompañados por unos 1.000 vecinos de Linares, que no dejaron de aplaudirles durante el recorrido por la ciudad.

Los 250 participantes en la marcha azul" caminaron juntos hasta el cruce denominado las Ocho Puertas. Allí se dividieron en dos grupos buscando las carreteras que les llevarían hasta Villanueva de la Reina, donde durmieron anoche los que se dirigen a Sevilla y La Carolina, localidad en la que descansaron anoche los que tienen Madrid como destino.

Precedidos de un camión en el que se transportan todos los materiales necesarios para atender a los participantes en la marcha y escoltados por una ambulancia, los 250 trabajadores dijeron adiós a Linares a ritmo de sevillanas. Un coche con megafonía, que cerraba el grupo, ponía la canción que tiene como estribillo "Hay quien dice de Jaén que no es tierra andaluza".

A pesar de que sólo un pequeño porcentaje de los participantes en las marchas es deportista habitual, todos están convencidos de que aguantarán con estoicismo los más de 200 kilómetros que tienen por delante. "Nunca he hecho ejercicio, aunque alguna vez había que empezar y resulta que la ocasión ha llegado ya", comentó Juan Navarrete, quien añadió que por mantener un puesto de trabajo "se hace cualquier cosa".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_