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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una oportunidad desperdiciada

El sargento Arensivia es un gran chico. Sus jefes le ignoran y sus subordinados, siempre en espera de la blanca, le desprecian. Pero él, agarrado a cuatro conceptos inútiles, sigue caminando hacia ninguna parte con una alegría digna de mejor causa. Lleva años haciéndolo en las páginas de El Jueves y ahora lo intenta en la pantalla amiga. Muerto Ivà, los guiones han caído en manos de Tom Roca, excelente humorista gráfico reciclado en escritor televisivo, que no ha sabido (o no ha podido) mantener el espíritu del dibujo.Tele 5 ofrece un Arensivia descafeinado, que no tiene nada, que ver con su homónimo dibujado. La subversión inherente a las historias de la puta mili ideadas por Ivà brilla por su ausencia en esta versión desvitalizada cual nervio de muela en consulta de dentista. Nos encontramos ante un producto que no funciona.

¿Y por qué no funciona? Porque toda la carga subversiva que Ivá supo meter en sus historietas no está en la adaptación televisiva. La gente de Tele 5 se ha contentado con agarrar un producto que funcionaba sobre el papel y tratar de fabricar con él un espectáculo para toda la familia.

A tal fin, se ha convertido al solitario Arensivia en un padre y un marido, alguien que posee una historia familiar que le acerca al espectador medio. Gran error. Si queremos a Arensivia es porque nos hallamos ante una bestia parda a la que nadie quiere, un animal de bellota que ha encontrado en el Ejército a su auténtica familia y cuya vida no existe fuera del cuartel. Como el chusquero entrañable que todos conocimos en la mili, Arensivia está solo en el mundo. Es un berzas que no sabe ni de dónde viene ni a dónde va, y se hace querer porque es absolutamente vulnerable. Si le fabricamos una familia le convertimos en uno de los nuestros, cosa que el auténtico Arensivia nunca será. Nuestro sargento favorito es carne de cañón y de ahí no le sacaremos.

Y eso es lo que ha intentado Tele 5 con sus intenciones de humanizarle. Esta gente ha agarrado a un desgraciado del mundo moderno, a un eterno paria de la tierra, y se ha empeñado en convertirlo en una persona normal. Así han conseguido fabricar a un Arensivia que no tiene nada que ver con el que Ivà ideó y que, además, no tiene ninguna gracia. Gran parte de culpa en la traición conceptual a nuestro chusquero favorito la tiene el actor encargado de encamarle, Ramón Teixidor, cuyos tics teatrales poco hacen en favor de nuestro hombre. Aunque se empeñe en ser Arensivia, Teixidor no sabe meterse en la piel del personaje.

Viéndole actuar no ves a tu sargento del alma, sino a un actor que intenta meterse, sin éxito, en la piel de un chusquero. Los actores que le secundan intentan participar de la trama, pero ésta es tan infecta que no hay manera. Se tenía todo a mano para construir una comedia que enganchara a la audiencia y se ha metido la pata. Lástima.

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