Datos invariables

Las Bolsas confirmaron sus dificultades para hacerse con los niveles psicológicos, esos que establecen las diferencias entre un mercado en el que todo es posible y otro en el que puede pasar cualquier cosa. La sutil diferencia entre una y otra opción es que las cotizaciones se sitúen al alza o a la baja, algo que parece depender más del talante del día que de un análisis serio. Ayer, los inversores españoles comenzaron retirando beneficios para pasar, poco a poco, a tantear la evolución de Wall Street. El dato de inflación en Estados Unidos, 0,3% en marzo, no permite sacar conclusiones sobre la evolución de los tipos de interés. Ha sido calificado como bueno por los analistas pero en Wall Street crecieron los rumores sobre una posible subida de tipos. El Dow Jones se orientó a la baja para cerrar con una pérdida de 20,22 puntos. Ello dio pie a la inversión española para insistir en la retirada, lo que supone claudicar, de momento, frente a la resistencia del 328% para el índice general de Madrid y del 3.600 para el lbex 35. Las Bolsas europeas también optaron por la prudencia y los principales índices registraron oscilaciones menores del 0,5%. París terminó subiendo un 0,18%, mientras que Londres bajaba el 0,42% y Francfort un 0,06%.

La contratación fue más elevada: 34.000 millones de pesetas, y con una concentración del 50% para cinco valores. La única posibilidad de reacción positiva está en manos del Bundesbank. El índice general de Madrid perdió un 1,03% y el lbex 35, un 1,23%.