Renfe exige 12.600 pesetas a un joven al que un tren cortó una pierna
"Yo pagaría, pero creo que es una injusticia", dice humildemente César García Salan, de 22 años, al que el expreso numero 923 Estrella de Galicia segó hace un año un tercio de su pierna izquierda a la entrada de la estación de Ponferrada (León). Renfe le reclama ahora 12.600 pesetas porque el tren que le atropelló llegó a su destino con 37 minutos de retraso.
Según un portavoz de la compañía, es un trámite sin mayor trascendencia, A las 8.15 del 16 de mayo de 1992, Garcia regresaba de una discoteca. Durante años había utilizado un paso popular, sin señalizar y que cruza la ciudad por las vías. Pero desde ese día le falta parte de una pierna, usa muletas y jamás podrá volver a jugar al fútbol. García pertenecía a la plantilla del club Endesa, de la Tercera División.
De la tragedia sólo recuerda que, volvió su vista atrás y "ya estaba, encima el tren". "Me hice un torniquete con la cazadora vaquera y, perdí el conocimiento". "Sólo sé que llegué al hospital con la pierna colgando de un tendón".
El miércoles se. celebró un juicio de faltas en el que Renfe exigió a César García la exigua indemnización de 12.600 pesetas. "Nunca se me habría ocurrido ir contra Renfe por todo lo que me ha pasado, pero, al pedirme encima dinero, mi padre se enfadó mucho. Ahora quiero saber si los jueces piensan que esto es justo o no", afirma. Para María Teresa, su madre, "el caso es, en realidad, de Mortadelo y Filemón". "¿No habrá gente en Renfe que piense un poco?", se pregunta. El abogado de la familia baraja la posibilidad de pedir una indemnización.
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