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EE UU acepta dejar la 'cláusula social' para después de la firma de la Ronda Uruguay

Nada impedirá ya la firma de la Ronda Uruguay, el próximo día 15 en Marraquech, tras haber superado ayer uno de los últimos escollos: la necesidad de ligar la apertura de los mercados al cumplimiento de una mínima protección social por parte de los países en desarrollo. Tras unas maratonianas jornadas de negociaciones, EE UU aceptó ayer el compromiso de dejar la puerta abierta a futuras discusiones "sobre puntos adicionales" en el programa de trabajo de la nueva Organización Mundial del Comercio (OMC), que verá la luz el 1 de enero de 1995, en sustitución del actual Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).

Un suspiro de alivio recorrió ayer la sala de reunión del Comité de Negociaciones Comerciales (CNC), máximo órgano de decisión de la Ronda Uruguay, convocado in extremis por el director general del GATT, Peter Sutherland, para desbloquear este asunto. Un conflicto que había enfrentado durante las últimas semanas a Estados Unidos, apoyado por Francia, con los países en vías de desarrollo, y que había hecho peligrar el éxito de la reunión ministerial que se celebrará entre los próximos días 12 al 15 en Marraquech (Marruecos). Aunque este compromiso no hace mención explícita de la protección social, el jefe de la delegación americana, John Schmidt, visiblemente satisfecho, declaró que es "muy positivo", porque deja la puerta abierta a futuras discusiones y ha constituido un reconocimiento a la "voluntad de seguir trabajando".

"Tenemos un largo camino que andar para convencer a los miembros del GATT que los estándares de trabajo deben ser aplicados, pero esta decisión es importante ya que nos deja la vía abierta para futuras discusiones", dijo.

Menos felices se mostraban los países en desarrollo por la inclusión de este punto en el Comité de Preparación de la OMC, que deberá también ser adoptado por los ministros que acudan a Marrakech la próxima semana Según el embajador de Chile ante el GATT, Ernesto Tironi, los países menos avanzados están preocupados de que este compromiso pueda quedar fuera de control, lo que sería "extremadamente grave". "No tendríamos inconveniente en que se discuta la cláusula social si existiera base para incluirla, pero no creemos que exista esta base", dijo a EL PAÍS.

El triunfo de este desbloqueo se lo apunta el director general del GATT, Sutherland, que no ha dudado en convocar una reunión extraordinaria del CNC para superar las diferencias entre Estados Unidos -que a última hora había roto con sus demandas el equilibrio alcanzado el pasado 15 de diciembre, cuando se dieron prácticamente por concluidas las negociaciones sustanciales de la Ronda- y los países en desarrollo.

Este grupo -donde los costos salariales son mucho más bajos y la protección social es mínima o inexistente, lo que representa una ventaja comparativa- se había negado a aceptar la petición estadounidense, alegando que se trataba de una injerencia en la soberanía nacional. Muchos veían en la cláusula social una maniobra más de Estados Unidos para proteger sus mercados de otros productos más baratos.

Aunque aún falta la confirmación de las capitales de las 121 naciones que suscriben la Ronda Uruguay, para Sutherland esta solución es "aceptable en su conjunto". Los miembros reunidos en Ginebra han concluido estas negociaciones "armónicamente y la solución ha sido adoptada con el sentido del equilibrio", subrayó.

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