Un millón de griegos rechazan en Salónica cualquier compromiso sobre la ex república yugoslava de Macedonia
Más de un millón de personas, según fuentes policiales, se congregaron el jueves en la ciudad griega de Salónica para rechazar cualquier compromiso sobre el nombre de la antigua república yugoslava de Macedonia, en la mayor manifestación organizada en este gran puerto del norte de Grecia. "¡Macedonia no está en venta!; ¡UE, solidaridad!; ¡presión, no!", gritaba la multitud en su protesta contra las presiones de la Unión Europea (UE) sobre las autoridades de Atenas para que levanten el embargo comercial a Macedonia.Atenas decretó hace seis semanas una suspensión de las relaciones comerciales con la nueva república balcánica e impide la utilización del puerto de Salónica, por el que transitaba el 80% del comercio de Macedonia. El Gobierno griego pretende que la antigua república yugoslava cambie su nombre, su Constitución y su bandera para demostrar que no tiene ambiciones territoriales sobre la provincia griega de Macedonia. La UE ha amenazado al Gobierno de Atenas con llevar el asunto ante el Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo.
"¿Cómo se atreven a pedir a Grecia, que les dio su civilización, que sacrifique sus ideales? A esta petición inaceptable decimos '¡No!' desde lo más hondo de nuestros corazones", dijo el alcalde de Salónica, Constantino Kosmopulos, ante los manifestantes. "No permitiremos que nadie negocie nuestro nombre y nuestros símbolos nacionales. Los griegos no negocian sus derechos", añadió.
El Gobierno puso centenares de autocares y trenes a disposición de los manifestantes para su traslado gratuito a Salónica. Los hoteles redujeron drásticamente los precios de las habitaciones. La manifestación, la tercera que se celebra en Salónica en los últimos dos años, fue organizada por las autoridades municipales y de otras ciudades del norte de Grecia.
A lo largo de cinco kilómetros, grandes altavoces difundían cantos patrióticos, mientras los manifestantes iban llegando en un ambiente festivo.
Centenares de popes y representantes de la diáspora griega participaron en la manifestación. Empresas, oficinas, establecimientos comerciales, escuelas y universidades cerraron sus puertas.
Por otra parte, en Bosnia, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó de la grave situación en el enclave musulmán de Gorazde, víctima de intensos bombardeos de la artillería serbia en los últimos días, que prosiguieron el jueves. Un portavoz de la ONU precisó ayer que el número de muertos por los recientes bombardeos contra el enclave era de seis, incluyendo a una niña, además de una veintena de heridos. La misma fuente aseguró también que los serbios habían bombardeado varias localidades de los alrededores.
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