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Entrevista:

"Desde el comercio hay que pensar en el consumidor"

Adrián Piera es partidario de cerrar al tráfico la almendra de Madrid para "descubrir el encanto de ver escaparates y de arrastrar los pies por la ciudad". El paseo desde su despacho en la calle de las Huertas hasta la plaza Mayor (10 minutos), donde se le hicieron las fotos, fue un ejemplo de carrera de obstáculos a media mañana. Coches sobre la acera, obreros armados de taladradoras, horquillas para disuadir de aparcar y andamios que convierten las aceras en jaulas.Pregunta. ¿Qué es el nuevo madrileñismo?

Respuesta. No es, desde luego, ese aspecto más o menos folclórico a base de oganillo, safo y parpusa con el que suelen deleitarnos. El auténtico madrileñismo consiste en la universalidad de nuestra ciudad, que siempre ha sido la meca de todo el que quería sobresalir. Que, como se ha dicho muchas veces, a nadie pide el pasaporte y que, al final, tampoco pasa la factura a los que, gracias a torear en la plaza de Madrid, se convierten en figuras. Ése es el auténtico madrileñismo, todo lo demás es un folclorismo de guardarropía.

P. ¿Qué opina de los diputados regionales?

R. Trabajan con muchas limitaciones, porque, queramos o no, están muy condicionados por la política estatal. En Madrid no es pensable, ni deseable, un partido nacionalista o madrileñista. Pero el hecho de que no exista no significa que a Madrid no se le deba aplicar ese principio de equidad que obliga a dar a cada uno lo suyo.

Y hay muchas cosas que se le niegan a Madrid, porque los que obtienen sus puestos gracias al voto de los madrileños suelen sentir después pudor en servir a los madrileños para que no les tachen de centralistas. Se da esa paradoja.

P. Y seguimos sin ley de capitalidad.

R. Los sucesivos gobiernos de la Comunidad e incluso del Ayuntamiento no se han atrevido a hincarle el diente, sin duda por el indudable riesgo o desgaste político que ello pueda suponer. No dudo de que pueda tenerlo ha convertido en rabiosamente anticentralista, y al decir anticentralista digo antimadrileño. Pero amigo, ése es el mínimo precio que deben pagar por haber sido elegidos por los madrileños.

P. Si de usted dependiera, ¿dónde instalaría la Asamblea?

R. No sé si es el lugar adecuado, y estoy totalmente improvisando, pero el palacio de Sueca, en Villaviciosa de Odón, me parece uno de los sitios más bonitos de nuestro entorno y no está muy lejos de aquí.

P. ¿Qué le parece que ciertas calles se despueblen de familias que se van a un adosado?

R. Ése es un proceso inevitable. En la época en la que las ciudades se degradan y envecejen, la gente descubre el campo. Y por descubrir el campo se dedica a asfaltar todo el terreno de aquí hasta la sierra de Guadarrama. Con lo cual acaban con aquello que constituye su mayor atracción. Es patético ver ese mar de urbanizaciones que se han construido desde que Madrid tiene un Gobierno que debería ordenar su propio territorio. Se está causando un daño irreparable a la naturaleza.

P. ¿Está a favor de la libertad de horarios comerciales?

R. Nosotros [la Cámara de Comercio] estamos a favor de llegar a una solución consensuada. No hemos entrado en ese asunto porque no hemos sido llamados a ello, es algo que ha llevado con muy buen sentido la Comunidad de Madrid. No hay que olvidar que en el que hay que pensar desde el comercio es en el consumidor. Ese consumidor requiere horas y días de apertura distintos a los tradicionales; no por capricho, sino porque ha cambiado su vida.

P. ¿Qué puede hacer la Cámara de Comercio contra la economía sumergida, por los chinos hacinados?

R. Por los chinos podemos hacer bien poco, porque son grupos que funcionan de una forma marginal, absolutamente incontrolados. Ésa es una situación verdaderamente penosa y lamentable. Con todo lo que tiene de una situación humana dolorosa, es un aspecto anecdótico que no caracteriza la economía de Madrid.

P. La economía de Madrid ¿sale o no del atolladero?

R. Pues está mal. El problema grave sigue siendo el desempleo. Sí parece que los índices apuntan a la recuperación de la exportación. Hay un mayor consumo de energía, lo cual significa sin duda que se está fabricando más. Esperemos que eso, unido a la recuperación de la confianza, que es el factor fundamental para que se atraigan inversiones, nos permita salir de este estado de apatía y de fatalismo.

P. Y en el centro de la ciudad está su equipo, el Madrid.

R. Estamos pasando un momento malo, pero espero que eso se supere.

P. ¿Se presentaría a presidente del Real Madrid?

R. No, no, no. Mi grado de masoquismo no llega hasta esos extremos. Porque, además, me parece que en las condiciones en que va a quedar el Real Madrid va a tener que ser un héroe el que se haga cargo en estos momentos.

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