Los renovadores del PSOE gallego rechazan las ofertas guerristas de integración
El 33º Congreso Federal del PSOE no ha logrado aliviar los enfrentamientos entre los socialistas gallegos. El primer intento de aproximación, auspiciado ayer por el presidente de la comisión gestora del partido, el guerrista Francisco Vázquez, fracasó al no comparecer los más significados renovadores. Vázquez declaró que tiene asegurada la mayoría en el congreso regional previsto para los días 14 y 15 de mayo, mientras los renovadores proclamaban su intención de seguir la batalla hasta el final y, en último caso, presentar una candidatura alternativa.
Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña, había convocado ayer a una reunión a los 53 delegados gallegos que acudieron al pasado congreso federal, incluidos los 15 que se negaron a formar parte de la representación oficial, controlada por los guerristas. La iniciativa del presidente de la gestora se interpretó como un intento de poner en marcha un proceso de integración para superar el cisma del socialismo. gallego, donde los insultos públicos entre los dirigentes del partido se han convertido en moneda de uso corriente.Los renovadores rechazaron la invitación con el argumento de que el mandato de los delegados al congreso federal ya ha concluido y los problemas del partido deben discutirse en otros órganos. Vázquez restó importancia a la incomparecencia de sus oponentes y aseguró que la oferta de integración continúa en pie. Sin embargo, fue muy claro al proclamar que la mayoría del partido está con él: "La oposición es cada vez más pequeña. En Galicia ya no hay problemas; hay una mayoría tranquila y holgada que va a reflejar lo ocurrido en Madrid".
Pero el sector renovador, aglutinado en torno al alcalde de Vigo, Carlos Príncipe, y a antiguos colaboradores del ex secretario general, Antolín Sánchez Presedo, no da la batalla por perdida. "No sabemos quién tiene la mayoría. Aspiramos a convencer a los militantes y respetaremos su derecho a decidir en el congreso señaló ayer el portavoz renovador, Miguel Cortizo.
Mantener el pulso
Los adversarios de Vázquez mantendrán el pulso y, aunque de antemano no rechazan las ofertas de integración, advierten que éstas "además de serlo, tienen que parecerlo". Cortizo incluso insinuó que no es partidario de repartir el poder en Galicia como se ha hecho en el congreso federal. "Nuestros problemas los resolvemos nosotros, sin mimetismos y sin importar fórmulas ajenas", declaró.Los renovadores, que controlan el grupo socialista en el Parlamento autónomo, acusan a Vázquez de pretender moderar la política de oposición al Gobierno de Manuel Fraga. En las últimas semanas, el alcalde de La Coruña y el presidente de la Xunta se han intercambiado alabanzas mutuas, hasta el punto de que Fraga consideró a Vázquez como "un buen candidato" para sustituirle. El presidente de la gestora del PSOE matizó ayer que siente "respeto" por Fraga, aunque resaltó sus diferencias "ideológicas y biológicas".
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