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El alcalde y Leguina zanjan de un plumazo la bronca de sus altos cargos

El alcalde de Madrid y el presidente regional resolvieron en hora y media mucho más que sus respectivos altos cargos en un año. El almuerzo que mantuvieron ayer José María Álvarez del Manzano y Joaquín Leguina en un restaurante de Madrid sirvió para que se derrumbasen de un plumazo las barreras que separaban a las dos administraciones en problemas como el proyecto del PP de crear seis nuevos barrios con 70.000 viviendas en total (el principal debate urbanístico planteado este año); el desarrollo de la Operación Campamento; la Ley de Capitalidad; la ampliación del aeropuerto de Barajas y la creación allí de una nueva zona de servicios y oficinas; los realojamientos de Peña Grande, la privatización del mercado Puerta de Toledo, la gran reforma de la estación de Chamartín y su entorno ... ; sólo quedó pendiente: la ubicación de la Asamblea de Madrid, que malvive aún en un edificio desvencijado de San Bernardo.Álvarez del Manzano puntualizó, sin embargo, que hay tres temas sobre los que existen "especiales dificultades": la sede del Parlamento regional, la línea 10 del metro y, sobre todo, el ensanche de la ciudad. El "tono de entendimiento" es lo que más ha satisfecho al alcalde de su entrevista con Leguina: "Tenemos la obligación de entendernos; no tiene nada que ver la cohabitación; yo no cambio mis ideas políticas por nada, ni tan siquiera uno solo de los proyectos que estamos debatiendo".

Los principales responsables de la gestión política en Madrid tuvieron que detenerse en asuntos que habitualmente resuelven sus técnicos. Este hecho demuestra la dificultad existente en las relaciones que han alcanzado los dirigentes de ambas instituciones. Mientras que consejeros y concejales se han enzarzado últimamente en discusiones eternas sobre trazados de una línea de metro o sobre la rehabilitación del degradado casco histórico, Leguina y Álvarez del Manzano lo resolvieron ayer en un minuto sobre un mantel.

"Nuestros segundos hacen muy bien en llevar los temas de la mejor manera que pueden hasta los límites en que ellos pueden; cada uno tiene un nivel", afirmó Álvarez del Manzano; "no hemos desautorizado a ninguno de nuestros segundos. Hay que saber si hay razonamientos que inducen a mantenerlos o no".

Leguina resumió con una frase su opinión sobre el encuentro mantenido en la tarde de ayer con el alcalde de Madrid: "La cohabitación ha avanzado". El presidente regional rechazó que este tipo de contactos sirvan solamente para favorecer "un intercambio de cromos" entre las dos instituciones. PASA A LA PÁGINA 3

Leguina y el alcalde desbloquean una decena de asuntos pendientes sin precisar soluciones

VIENE DE LA PÁGINA 1

A Joaquín Leguina le salió la comida barata. La marisquería Moaña de la Gran Vía fue escenario de su entrevista con el alcalde, José María Álvarez del Manzano. No hubo mariscada, sólo empanada gallega y pescado. Un menú ligero para poder digerir las dos horas de discusión sobre una decena de proyectos que ambas instituciones mantienen atascados desde hace algún tiempo, informa José Manuel Romero.

¿Resultado? Algunos avances sobre consorcios que se van a crear: ciudad aeroportuaria de Barajas, Campamento y promoción turística; buenas palabras sobre obras polémicas: línea 10 del metro y rehabilitación del casco histórico; y la confirmación sobre grandes discrepancias: la propuesta de nuevos barrios del PP rechazada por Leguina y la construcción de la Asamblea regional en la maternidad de la calle de O'Donnell, descartada por Álvarez del Manzano.

No hubo ningún claro vencedor, aunque: el alcalde de Madrid tuvo que retirar su órdago urbanístico, 70.000 viviendas en seis nuevos barrios periféricos de la capital. Leguina, a cambio, se comprometió a estudiar una nueva propuesta del Gobierno municipal siempre que reduzca el número de pisos y a dar una contestación antes del próximo mes de junio.

Nueva negociación

En este asunto, según la versión de Álvarez del Manzano, se limitaron a acordar un retraso en la decisión definitiva de la Comunidad. Volverán a comenzar las negociaciones, con el compromiso por parte del Gobierno regional de dar una contestación antes del verano. "No hemos entrado en el fondo del tema, no hemos medido las fuerzas en cuanto a ver quien tiene razón, sólo hemos buscado una fórmula para que no se perjudique al ciudadano", precisó el alcalde.

Leguina indicó también que había recibido el último proyecto municipal para la rehabilitación del centro de Madrid, y que el regidor se sumaba al consorcio creado por la Comunidad y el Ministerio de Obras Públicas.

Otros temas no resultaron tan sencillos. Así, el referido al traslado de las familias magrebíes que malviven en las chabolas de Peña Grande. Este asunto complicó un acuerdo futuro. Leguina ofreció una alternativa para el desmantelamiento de Peña Grande: "Hay que realojarlos en distintas zonas y en viviendas de alquiler".

Los acuerdos más importantes se refieren a las operaciones de Barajas y Campamento, pero tampoco ahí ha habido rendición sin condiciones. El alcalde se muestra dispuesto a dar luz verde a la ampliación del aeropuerto y crear un consorcio. Sin embargo, Álvarez del Manzano mostró su recelo tras pasadas experiencias de otros consorcios en los que ha estado "en minoría" frente al Estado y la Comunidad.

La construcción de la nueva sede de la Asamblea de Madrid, que no recibirá licencia municipal, fue el único de los asuntos abordados en el que "no se avanzó ni un milímetro", según dijo Leguina. El alcalde le descubrió ayer un argumento con el que no contaba el presidente madrileño. Los técnicos municipales han estudiado las consecuencias que tendría para la circulación la edificación de un Parlamento y dos consejerías. El resultado del estudio desaconseja el proyecto para la calle O'Donnell.

"Esperando a Godot"

Posteriormente, en una conversación con el presidente del Parlamento, Pedro Diez Olazábal, Leguina le informó sobre la negativa municipal. Díez reaccionó: "No voy a estar eternamente esperando a Godot".

Mientras tanto, la reforma del trazado de la línea 10 de metro a su paso por la Casa de Campo continúa suscitando las discrepancias entre ambas administraciones, aunque, según Leguina, el problema ha entrado en vía de solución.

La luz verde brilla más clara en la negociación de la ley de capitalidad. No hay diferencias sustanciales entre las dos instituciones sobre el contenido de la futura ley, según afirmó Leguina.

Álvarez del Manzano y el presidente regional acordaron también en el curso de su comida unificar los dos organismos -regional y municipal- de turismo que funcionan ahora en Madrid y que se hacen la competencia. Y coincidieron en la necesidad de vender a un empresario privado el Mercado Puerta de Toledo, si bien el Ayuntamiento prefiere que sea cedido a pequeños comerciantes en lugar de a un supermercado, como pretendía el Gobierno regional.

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