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LA CRISIS DEL EMPLEO

3.000 linarenses toman Jaén y piden la dimision del gobernador civil por los incidentes de Santana

SANTIAGO HERNÁNDEZ LinaresUnas 3.000 personas se concentraron en la mañana de ayer ante las puertas del Gobierno Civil de Jaén para pedir la dimisión de su responsable, Joaquín Iñiguez, al que acusan de haber ordenado una carga policial desmedida contra las 300 personas, en su mayoría trabajadores de Santana, que el miércoles cortaban la vía del tren en la estación Linares-Baeza. La carga se saldó con una treintena de heridos, uno de los cuales perdió un ojo.

Durante las dos horas que duró la concentración se lanzaron piedras contra la treintena de policías que custodiaban la entrada del Gobierno Civil y contra el edificio, destrozando los cristales de los ventanales del segundo piso. "No sois andaluces, sois hijos de puta", gritaba el grupo de concentrados más exaltados en la misma cara de los antidisturbios, que en ningún momento cargaron contra ellos, a pesar de la gran tensión.

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1 El presidente del comité de empresa de Santana, Antonio Fernández Siles, informó a los concentrados de la entrevista con el gobernador, entre los insultos que lanzaban en su contra los trabajadores. "Ojo por ojo, diente por diente", gritaban los manifestantes, ahogando así las palabras de Antonio Fernández Siles, quien indicó la intención del gobernador de no dimitir.

Joaquín Iñiguez advirtió que no hay motivo justificado para abandonar el puesto que ocupa. "Dimitiría si creyera que no he cumplido con mi deber, pero lo que he hecho ha sido permitir el derecho de los ciudadanos a la libre circulación". Ante los miembros del comité de empresa, el gobernador señaló que dimitiría sólo en el caso de que los trabajadores se comprometiesen a no realizar ningún corte más. Al no hacerse responsables los sindicalistas de los hechos que puedan ocurrir en el futuro, Iñiguez retiró su oferta.

El gobernador anunció que no iniciará ninguna investigación a raíz de la carga policial del miércoles, a no ser que se le presenten pruebas que le hagan cambiar de parecer. De los vídeos que ha visto hasta el momento, añadió, no deduce ningún indicio de irregularidad. El gobernador civil anunció que volverá a actuar con contundencia siempre que se corten carreteras o vías férreas durante largos periodos de tiempo o cuando se prevean indefinidos.

Los concentrados empezaron a disolverse pasada la una de la tarde. Los manifestantes volvieron a Linares, en coches particulares, por la autovía de Andalucía, conduciendo a escasa velocidad para continuar con las protestas.

Mientras, Linares vivía una jornada de resaca tras la tensión del miércoles. Lo que realmente importaba era la organización del viaje a Madrid de hoy viernes, donde los trabajadores de Santana intentarán presionar ante el Gobierno y el PSOE para que se conozca "el drama de una comarca al borde de su extinción". Decenas de autocares habrán transportado esta madrugada a los trabajadores de Santana hasta los aledaños del Palacio de Congresos de Madrid, donde hoy se abre el XXXIII Congreso del PSOE. El alcalde de Linares, Manuel Rodríguez, señalaba que la mecha de Santana "puede tener consecuencias imprevisibles". "Hoy el pueblo está algo más tranquilo, pero en cualquier momento puede saltar la chispa y volver la violencia", reflexiona. Linares va camino de convertirse en la Reinosa del sur.

"Vamos a dar mucha guerra, porque tenemos talante minero. Este pueblo ha vivido de las minas y eso deja huella", afirma Jose Lozano, un linarense. "El pueblo no puede dejarse morir. Somos un pueblo valiente y no será fácil doblegamos", añade. "No nos dejarán cortos los obreros del norte de España, a pesar de que nosotros nunca hemos buscado el enfrentamiento con las fuerzas del orden", afirma José González.

"Vale la pena perder un ojo"

Norberto Prados Pérez fue la persona que más perdió en el miércoles negro de Linares. Desde anteayer tiene un ojo menos. Sin embargo, ha sumido su tragedia articular con coraje. "Vale la pena perder un ojo por un puesto de trabajo", declaró ayer ante los micrófonos de la Cadena Cope. "Espereos que este incidente sirva para que Santana funcione. Los trabajadores estamos casi al borde de la desesperación", dijo."No pensábamos que nuestra protesta fuera a acabar con una carga policial. Estábamos esperando a que nos invitaran a desalojar y, como ya llevábamos muchas horas de corte, pensábamos irnos en cuanto eso sucediera", relata Prados. "Pero no nos dieron esa opción.

Todo fue en segundos. Los teníamos a un metro, agarraron los rifles y las porras, y se liaron a tiro limpio con nosotros", recuerda.

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