Un 10% de los detenidos pasa del calabozo al juicio, rápido

Un 10% de las personas que llegan detenidas a los calabozos de la plaza de Castilla (una media diaria de 60) han sido, sometidas al sistema del juicio rápido; es decir, que son juzgadas en 15 días a partir de la comisión de la fechoría, según datos facilitados por el decanato de los juzgados de Madrid.Los magistrados aplican este sistema cuando se enfrentan a delitos de escasa envergadura y su autor ha sido sorprendido en flagrante. Las vistas aceleradas comenzaron a celebrarse en Madrid el pasado 15 de febrero, con casi dos años de retraso respecto a Barcelona y Sevilla. Su implantación está evitando muchos mareos judiciales a los afectados.

De los juicios rápidos celebrados hasta el 28 de febrero resultaron. 65 sentencias, de las que sólo tres fueron absolutorias, según explica Ramón Sáez, portavoz del decanato. El hecho de, que sean más las sentencias condenatorias se explica porque el reo sometido a estos procesos céleres ha sido sorprendido por la policía en flagrante ( con las manos en la masa), y las dudas de los jueces suelen ser mínimas.

En el primer mes, de aplicación se han señalado por este sistema cerca de 200 vistas orales. Algunas de ellas ni siquiera se llegan a celebrar porque el implicado tiene claro que le han soprendido cometiendo el delito y acepta la pena del fiscal.

Si no fuera por este veloz sistema, las personas a las que ahora se les entrega la sentencia en un tiempo máximo de 20 días tendrían que esperar cuatro, cinco o seis meses antes de saber si se les absuelve o condena, al margen de los habituales quebraderos burocráticos previos al juicio: comparecencias, ratificación de declaraciones...

Aunque las vistas orales en sí se vienen celebrando (alrededor de 12 diarias, y cada día laborable del mes le toca a un juzgado distinto) desde el pasado 15 de febrero, la maquinaria de este procedimiento la pusieron en marcha el 1 de febrero los jueces de instrucción.

Juez de guardia

Los juzgados de instrucción son los que hacen las guardias y, por tanto, los que, sobre la marcha, valoran si un delito concreto es susceptible de tramitarse por la vía rápida.Si lo aprecian así, al detenido se le informa ese mismo día de la fecha del juicio y de la pena que, en su caso, formula contra él el fiscal. Las diligencias son enviadas sobre la marcha al juzgado de lo penal que, por turno, le corresponda enjuciar el caso.Los jueces de lo penal (los que juzgan la causa) e instrucción (los que la tramitan) consultados por este periódico destacan los aspectos positivos de este sistema. "Los testigos llegan al juicio con la memoria fresca"; señala el magistrado Eduardo López-Palop, del Juzgado de lo Penal número 17, opinión que comparten casi todos.

José Antonio Alonso, titular del 14, uno de los magistrados que han intervenido en la implantación en Madrid de este sistema, subraya que lo que se pretende con esta vía es facilitar la justicia eficaz y sin dilaciones indebidas, tal como indican los tratados de derechos humanos. "No se trata", enfatiza Alonso, "de agilizar el aparato, represivo". Este magistrado está convencido de que el sistema de juicios rápidos contribuirá a medio y largo plazo a desatascar parcialmente de asuntos los saturados juzgados de Madrid.