_
_
_
_

La comisión que sanciona a los árbitros de fútbol no se ha reunido en toda la temporada

"Nosotros, pagar y callar", dicen en la Liga. La Federación guarda sílencio y observa cómo poco a poco el problema arbitral se convierte en una bomba de relojería tras los errores de los colegiados en la última jornada. La Comisión de Disciplina y Méritos, encargada de sancionar a los árbitros, no se ha reunido en toda la temporada. El presidente de los colegiados, Victoriano Sánchez Arminio, adopta las sanciones, que son secretas y se concretan en unas vacaciones para algunos árbitros. El gremio arbitral urgió ayer una reunión con la Liga y la Federación para tratar la situación actual del arbitraje y adelantó una posible huelga si no se alcanzan resultados positivos.

Los partidos de la última jornada de los equipos grandes -el Barca-Atlético y el Madrid-Rayo, principalmente- se vieron totalmente influidos por la actuación de los árbitros, Andújar Oliver y Pérez Sánchez. "Es una situación cómica. No hay por dónde cogerla. Los dirigentes arbítrales aseguran que la comisión disciplinaria no se puede reunir por falta de dinero", dicen. Mientras, Jesús Gil, presidente del Atlético y miembro de la comisión deportiva de la Liga, anuncia una querella contra Ángel María Villar, presidente de la Federación, y luego retira lo dicho.El tema arbitral es un asunto que la Liga quiere controlar y la Federación se niega a soltar. "Nosotros lo tenemos claro", dicen los de la Liga, "pagar y callar". Según el actual convenio, los clubes, a través de su patronal, la Liga, pagan a los árbitros. "Pedimos los justificantes de gastos de viajes y estancia de los arbitros. Nos los niegan y nos convirtieron en los malos de la película".

Los árbitros son el único estamento del fútbol cuyas sanciones no son públicas. En los últimos meses varios colegiados -García de Loza, Rubio Valdivieso, Merino González y Brito Arceo entre otros- han sido premiados con unas vacaciones. El organismo encargado de aplicarlas es, en teoría una comisión mixta. Pero no se ha reunido todavía. En la práctica, todo recae sobre Sánchez Arminio, presidente de los árbitros. "Es como en un equipo de fútbol en el que Sánchez Arminio es el entrenador", razona un colegiado. "Si un árbitro está mal, Arminio actúa como el entrenador y le deja en el banquillo al domingo siguiente. No son sanciones, sino descansos".

En la Liga desconfían del autocontrol arbitral. Y ponen como ejemplo que apenas un mes después de unas jornadas de unificación en Sevilla, en los puntos más estudiados -las jugadas manifiestas de gol y las entradas por detrás- cada árbitro siga aplicando su propio criterio.

AndúJar, uno de los protagonistas de la jornada, se mostraba ayer tranquilo. "Sólo cometí un error: no señalar el penalti de Zubizarreta a Pirri", dice. "Me ha llamado Arminio y me ha dicho "Juan, tú tranquilo y ánimo". Me han llamado otros colegiados y me han pedido que eche cojoncillos al asunto. Voy a dar la talla. No estoy muerto. No me arrugo. Y no vuelvo a arbitrar al Atlético. Espero arbitrar el próximo 27, que es el día que me toca". Ni Andújar, ni Arminio ni Villar quisieron contestar ayer a las acusaciones de Jesús Gil.

Johan Cruyff, técnico del Barcelona, manifestó, por su parte, que no aceptará ningún castigo del Comité de Competición pese a que en el acta arbitral del Barcelona-Atlético figura que insultó a un juez de línea y al cuarto árbitro. "Es imposible que el juez de línea pudiese oír algo ya que nuestro banquillo quedaba bastante lejos", manifestó Cruyff.

"Si el Comité quiere saber lo que dije, yo se lo diré. No voy a permitir que digan cosas falsas y voy a recurrir si hace falta. El cuarto árbitro hizo de chivato, pero lo que escribió Andújar Oliver en el acta es falso".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_