Al Madrid le ha llegado su día D

Máxima tensión. Prohibido fallar. Todos a una. Hay que ganar como sea. Son algunas de las consignas que conforman el discurso del Real Madrid ante su fundamental partido de esta tarde ante el Joventut. (18.30, La 2) . Al Madrid le ha llegado su día D una de esas efemérides que pueden pasar a la historia. Su crédito, orgullo, economía, futuro e ilusiones están en juego. Ismael Santos, alero madridista, lo tiene claro. "El baloncesto del Madrid necesita un título importante,y todo el mundo sabemos que ese título es la Liga Europea". El club trata de que el Palacio se convierta en una caldera: Por vez primera habrá asientos de pista. Hace 15 días, el Madrid era una máquina que no perdía un partido. El Joventut navegaba sin rumbo por las diversas competiciones sin saber exactamente dónde residían el origen de sus problemas. 40 minutos han dado la vuelta a la tortilla. Apareció un formidable Mike Smith y el Joventut se ha ido para arriba. Al mismo tiempo, los problemas del Madrid, tapados por la racha victoriosa, explotaban. Ante el cariz que había tomado la situación, las fuerzas vivas decidieron actuar. Reuniones y conjuros se han sucedido. El resultado de la terapia se podrá ver hoy mismo. Dos jugadores concitan gran parte de los temores mutuos. Sabonis, encogido estadísticamente en Badalona, no ha dejado de ser el principal problema para los verdinegros. "Frenar a Sabonis será definitivo para el Madrid porque sin el poder del lituano, no actuan al mismo nivel", ha comentado Villacampa. El terror badalonés se llama Mike Smith. El norteamericano ha añadido en las últimas fechas un acierto en el tiro desconocido. Ismael Santos resume esta nueva situación. "Todo el mundo especulaba siempre sobre lo que podría hacer el día que metiese los tiros. Si además de coger rebotes y hacer mates delante de Sabonis, logra tres o cuatro triples, la cosa se pone mucho peor"

La estrepitosa derrota en el primer encuentro celebrado en Badalona 88-69 ha colocado al teórico mejor equipo del continente con un pie en el abismo. Jugadores, técnicos y directivos aparcan estos días sus diferencias ante la importancia del evento. Mientras Madrid hierve, el Joventut vive su mejor momento de la temporada, con Smith como sorprendente estilete. El drama está servido.