El pegajoso ritmo de Tercera
'Madrid al tanto', trepidante carrusel radiofónico para los equipos modestos
Un chicle puede salvar una conexión. Se demostró hace unos meses, en Torrejón. El micrófono del corresponsal del programa Madrid al tanto, Ignacio Sánchez, no funcionaba. Uno de los cables "se había salído". Desde el control central del estudio, Felipe Páez, uno de los técnicos, daba instrucciones para una misión que parecía imposible.Agotados todos los recursos, a Felipe se le ocurrió una locura. "¿Tienes un chicle?", le preguntó al corresponsal. Dos minutos más tarde, el chaval volvía a llamar: "He hecho el empalme del micro con el chicle". Instantes después comenzaba una crónica con sabor a fresa. "Yo se lo dije casi de coña, pero el tipo lo consiguió. Es lo que digo. Son unos McGuiver del micro".
Si llueve, se cubren con un plástico. Si hay un problema técnico, lo solventan sobre la marcha. Los corresponsales de Madrid al tanto son todo terreno. Suman 20 y cobran 5.000 pesetas por partido. Hay veces que llegan al campo y ven más gente sobre el terreno de juego que en las gradas. Allí se encuentran con sus dos amigos dominicales: dos cables de una línea microfónica. Casi siempre, ni cabina ni un techo bajo el que guarecerse. A la intemperie, pero no abandonan su entusiasmo a la hora de cantar un gol.
Pocos medios, mucha aventura y ambiente familiar son los ingredientes de uno de los escasos programas que sigue las evoluciones de los equipos modestos de la Comunidad. Mientras el corresponsal sufre, el estudio de Onda Madrid es un mar de gritos, carreras y muchas risas. Se trabaja al ritmo de la Tercera, un ritmo trepidante y pegajoso. Nadie diría que es domingo.
Expresivos sonidos
"Dale chicha a Alcobendas, que suena grave", grita fuera de micro Ignacio, un técnico. "A grave no, suena a UVI", le responden desde control central. Son las bromas que se gastan entre sí los técnicos. Ignacio es el puente entre el director, José Luis Poblador, y el control central, el embudo a través del cual llegan las conexiones con los campos de Tercera. Algunas de las apreciaciones de Ignacio son aún más expresivas. "Alcobendas suena a culo", grita. "Cuidado con el Urbis, que se le mete Radio Olé". Y comenta: "Esta fritura de fondo es la conexión con Fuenlabrada".
Dentro del estudio, el ambiente parece más relajado aunque haya tensión. "Es un programa perfecto para dejar de fumar", comenta irónicamente José Luis Poblador -que además de dirigir el espacio lo presenta- mientras enciende un cigarrillo. Hay otro pitillo humeante en el cenicero, pero José Luis no se da cuenta. Se fuma dos paquetes por programa. "De aquí sales atacado, a mil revoluciones".
Los corresponsales son los que dan vida al programa. Hay uno que tiene mala fama porsu costumbre de empalmar: sale de copas hasta que llega el día y va al campo directamente.
"Muchas veces llega justo para el partido y no le da tiempo ni a probar sonido", dice uno de los técnicos.
"Cuando el canto del gol dura más de 10 segundos, sabemos que el tanto lo han marcado en el campo del Alcorcón", dice Juanma Ruiz, el realizador. Los goles de David Ruiz no sólo duran más: son capaces de tumbar los vúmetros (aparatos que miden la intensidad de la señal acústica).
Al corresponsal de Aranjuez le conocen como el Súper Súper. "El tanto lo ha conseguido súper súper Damián", acostumbra a decir Carlos González siempre que el delantero del Aranjuez marca un gol. Carlos recompensa a los goleadores con sus súper súper y el entrenador del Aranjuez regala un chándal al jugador que consigue tres goles. Damián, el más prolífico esta temporada, se está convirtiendo en coleccionista de chándales y podría acabar montando un negocio si su olfato goleador no se altera.
Las instalaciones donde trabajan los corresponsales, a veces son "infrahumanas". "El campo del Urbis está en un cerro y lo que hay ahí no se puede llamar cabina", dice Carlos González. "Es de madera, caben dos personas encogidas y le falta aire". Cuando a Carlos le toca ir a ese campo, opta por "tirar de cable", y retransmitir a la intemperie. "Esto se parece a una cabina lo que un balón a una botella de whisky", decía en una de sus conexiones el corresponsal en la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
El Lega, al tanto
"El día del ascenso del Lega fue el, más bonito para los que hacemos información modesta", dice José Luis Poblador. El equipo de Madrid al tanto hizo un despliegue sin precedentes para el encuentro de promoción contra el Elche y sus redactores acabaron el partido abrazándose a quien tuvieran al lado. Los oyentes del programa hicieron una votación para determinar cuál había sido el hecho deportivo más relevante del año en Madrid: el 75% votó por el ascenso del Lega.
El programa tiene pocos medios. El presupuesto es de siete millones y sólo el mantenimiento de las líneas microfónicas se come más de la mitad. Según el último informe del EGM (Estudio General de Medios), 66.000 madrileños siguen el fútbol modesto a través de Madrid al Tanto.
Este espacio de Onda Madrid es uno de los escasos programas que sobreviven haciendo fútbol de Tercera. El que emitía Radio Nacional pasó a mejor vida hace tres años. No era rentable. Queda el de Radio Getafe, Radio Sport, Tiene un formato similar al de Onda Madrid pero cuenta con menos medios. Suelen establecer ocho o diez conexiones (por unas 15 en Onda Madrid) cada jornada, y su presupuesto es de 400.000 pesetas al mes.
José Luis Poblador afirma que tiene un equipo de "mesa camilla". "El día que me casé, tres campos me cantaron una canción al unísono", dice. "Y también han llegado a cantar un rap en antena".
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