Sorpresa improductiva
El Banco de España sorprendió a los inversores con el recorte del precio del dinero en medio punto, hasta dejarlo en el 8%, provocando una discreta reacción en la Bolsa que se vino abajo cuando el Bundesbank decidió mantener invariables sus tipos de interés. Los operadores aludieron a la ausencia de valor de una acción en solitario, a no ser que se trate de un simple intento de reactivar la economía para lograr que algunas variables cambien de signo a corto plazo. La apertura a la baja de Wall Street puso en evidencia la ausencia de una dirección concreta en el mercado español, al que hizo moverse durante una hora al ritmo con que oscilaba el Dow Jones, que acabó cerrando con un descenso de 7,32 puntos.Con tantas alternativas como se barajaron, cabía esperar una volatilidad alta, pero el volumen se quedó en 40.000 millones de pesetas, de los que casi un 30% correspondían a Telefónica. La concentración del negocio Regó al 70% para los 10 valores más contratados.
Las bolsas europeas también salieron de la sesión del miércoles con resaca y una relativa falta de orientación, a pesar de que también en ellas se esperaba una reacción positiva. Francfort y París respondieron bien, ganando un 0,87% la primera y un 0,45% la segunda, mientras que Londres se dejó arrastrar por Wall Street y perdió un 0,05%.
En conjunto, la sesión viene a confirmar la extrema dependencia de la Bolsa española de los movimientos de los grandes mercados financieros; sobre todo en momentos de tensión como el actual. El índice de Madrid sube un 1,43%, 4,65 Puntos, y el Ibex 35 gana un 1,61%.
