La ponencia marco del congreso de UGT pide austeridad y control del gasto
La austeridad y el control del gasto deben determinar la gestión de UGT en el futuro para "mantener el liderazgo entre los trabajadores". Este objetivo se conseguirá evitando recurrir a entidades financieras y limitando el endeudamiento, según recoge la ponencia marco que se debatirá en el XXXVI Congreso que se celebrará el próximo mes de abril.En el capítulo de Política Organizativa dedicado a financiación, el texto afirma que el sindicato debe regularse por el principio de "autofinanciación", limitando su actividad a "aquella que le permitan sus ingresos estables".
Para ello, establece algunas cautelas, como que ningún organismo podrá presentar déficit de gestión durante dos ejercicios consecutivos o tres alternos en cinco años; de lo contrario, se someterá a un plan de saneamiento dirigido por la Comisión de Control y Análisis Económicos de acuerdo con la Ejecutiva Confederal.
Si algún "organismo" se endeuda por más de 50 millones con la Ejecutiva Confederal, se reducirá su autonomía presupuestaria.
El recurso a entidades financieras "deberá ser mínimo" y emplearse "exclusivamente cuando se presupuesten ingresos suficientes para afrontar la devolución del principal, así como costes financieros, que no deben superar el 10% del presupuesto anual".
Contabilidad paralela
Toda la confederación -señala la ponencia- se regirá por unas mismas normas de contabilidad, "quedando expresamente prohibida cualquier contabilidad paralela o de otras entidades que afecten a organismos de la Confederación".Por lo que se refiere al patrimonio, la actuación futura pasa por solicitar al Ministerio de Trabajo un inventario de los bienes y pedir su devolución. El documento apuesta por una solución "pactada" con el Gobierno, pero no descarta recurrir a la vía judicial ante la "eventual aparición de dificultades".
UGT ha comprometido todo su patrimonio para avalar los créditos concedidos por el ICO -9.200 millones de pesetas en total- durante la crisis del grupo IGS y la cooperativa Promotora Social de Viviendas (PSV).
En este sentido, el sindicato admite que sus actuaciones sobre vivienda social no han sido "positivas", lo que "aún obligándonos a reencauzar nuestros planteamientos, no puede conllevar el abandono de este servicio".
"La orientación futura para este servicio", continúa, "debe contemplar dos principios básicos: la descentralización de los proyectos cooperativos en comunidades autónomas y la garantía de una gestión eficaz a través de empresas de reconocido prestigio y solvencia".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.