Tomba se pierde en el gigante

Fue la hecatombe. El eslalon gigante masculino acabó de confirmar que la sorpresa preside el esquí alpino de los Juegos de Lillehammer. De nuevo el gran veterano alemán Markkus Wasíneier logró el triunfo como había hecho en el supergigante. Ni él mismo se lo creía. Venció por dos cehtésimas ante el suizo Urs Kaelin y por 12 ante el austríaco Mayer. El frío había congelado a los favoritos: Girardelli se cayó, Aaamodt acabó en un modestísimo 120 lugar (y 170 en la primera manga) y Tomba se descalificó él mismo saltándose la antepenúltima puerta del último recorrido cuando vio su derrota total.El astuto italiano prefirió no aparecer en la clasificación del gigante de los Juegos de L¡llehammer. Pensó que un doble campeón olímpico. en 1988 y 1992 y, sobre todo, una estrella dentro y fuera de las pistas como él, no podía pasar a la historia de la estadística de los Juegos, por pudor, rondando el décimo lugar. Y tras volver a tener un fallo a mitad del recorrido de la segunda manga, se dejó ir a falta de tres puertas. En realidad era un milagro lo que buscaba tras hacer el 13º tiempo en la manga inicial, a 1.19 segundos del austríaco Mayer, bronce al final. Bastantes veces ha llenado de genialidades su carrera, pero ayer fue imposible.

El frío, que ha hecho estragos en los Juegos, ha afectado mucho más a los esquiadores de alpino, que no compiten normalmente en las pistas centroeuropeas a tan bajas temperaturas. Todo lo que sea inferior a cinco grados bajo cero ya es un problema y ayer la temperatura en la salida era de -11 y en la meta de -15.