Guerras olvidadas

Afganistán es una guerra olvidada. En los tiempos de la ocupación soviética, los Gobiernos occidentales apelaban a la ONU, los periodistas recorrían el país en todas direcciones, las organizaciones humanitarias afluían. Desde la retirada de la URSS, en 1989, los combates entre los antiguos resistentes que se disputaban el poder no han dejado de crecer en violencia. Pero los afganos podrían vivir en otro planeta: su destino no interesa ya a nadie. (...)Afganistán no es un caso único. En Angola, las matanzas sobrepasan los excesos cometidos en la antigua Yugoslavia. Pero la indignación que suscitó en los años setenta la presencia del Ejército cubano ( ... ) no está ya de moda. Ni Estados Unidos ni sus socios de la OTAN tienen allí intereses, estratégicos. (...)

La guerra de Bosnia ha merecido un ultimátum de la OTAN porque condiciona el porvenir de Europa e, indirectamente, de Estados Unidos.

En 1991, la invasión de Kuwait justificó una cruzada arma da porque el aprovisionamiento de petróleo de Occidente estaba amenazado. Pero Líbano, ocupado por Siria, ha desaparecido de la memoria. Al igual que las guerras del Cáucaso, que, parecidas a las de Yugoslavia, no son, sin embargo, ni tan cercanas ni tan estratégicamente esenciales. (...) Los afganos pueden seguir sufriendo solos. Para los occidentales, su desgraciado país se ha caído del mapa.

, 16 de febrero