TODOS LOS AÑOS LA MISMA LLORERA
Como todos los años, volvió a morir Don Carnal . Y en el entierro de la sardina, también como todos los años, viudas con sus galas y hombres con capa, lazo y chistera negra emprendieron la marcha fúnebre, jalonada de paradas para tomar un trago de vino hasta la Casa de Campo. Este año acudió poca gente, pero es que el tiempo no invitaba a desfilar.
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