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El jefe militar de los serbios de Bosnia dice que no retirará sus cañones de Sarajevo

El líder político de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, y su jefe militar, Ratko MIadic, lanzaron ayer mensajes contradictorios a tan sólo cinco días de que venza el ultimátum de la OTAN. El primero dijo que retirará parte de las piezas de artillería que machacan desde hace 22 meses la ciudad de Sarajevo; el segundo, por el contrario, manifestó que no moverá ni un canon, porque eso supondría dejar indefenso a su pueblo.EE UU reaccionó con contundencia. El Pentágono recordó que si las armas pesadas no han sido retiradas o situadas bajo control de la ONU cuando se cumpla el ultimátum, "serán atacadas aunque no disparen". La OTAN también asegura que sus aviones destruirán las baterías serbias. Todo apunta a que hasta última hora (el límite es la una de la madrugada del lunes) no se sabrá si los serbios han cumplido la exigencia.

El alto el fuego seguía respetándose ayer en Sarajevo, en lo que constituía "un ejemplo para toda Bosnia", en palabras del jefe de los cascos azules, el general británico Michael Rose. Mientras la atención se centraba en la capital de la antigua república yugoslava, los serbios lanzaban su mayor ofensiva en los 22 meses que dura ya la guerra contra el enclave de Bihac, una de las seis zonas de seguridad teóricamente bajo protección de la ONU. Páginas 2 a 4

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