Sin pretensiones
Los inversores carecen de ideas respecto del futuro inmediato de su negocio, es decir, no saben qué va a pasar con los tipos de interés -ayer el Banco de España mantuvo, en el 8,75% el precio del dinero-, con la recuperación económica -los resultados empresariales aún tardarán en conocerse- ni con el ambiente sociolaboral -se sigue pronosticando un fuerte incremento del desempleo-, de ahí que ayer se dejaran llevar por la inercia sin mirar mucho de dónde soplaba el aire. El débil cierre de Wall Street en la tarde anterior y la incierta orientación de los mercados europeos marcaron la pauta por la mañana a un mercado poco predispuesto al riesgo, con lo que el índice general perdía en ese momento 1,42 puntos. En esas horas de la mañana el volumen negociado, entre los cinco peores del año, era el mejor termómetro del ambiente bursátil, aunque al final de la sesión las cosas cambiaron.Los mercados europeos mejoraron en conjunto, sobre todo Francfort que a la apertura perdía 18 puntos y concluyó la jornada con un recorte de sólo 39 centésimas, el 0,02%. Londres y París terminaron con ganancias del 0,88% y del 0,66%, respectivamente. Wall Street cerró con una ganancia de 24,21 puntos en una jornada claramente alcista. Desde que en Europa se conoció la orientación de este mercado se produjo un notable incremento de las órdenes de compra en la Bolsa española, hasta alcanzar poco más de 29.000 millones de pesetas y conseguir poner el signo positivo en el resultado final,
El índice general de Madrid ganó 87 centésimas, un 0,25%, mientras que el Ibex 35 subía un 0,36%.
