Discrepancias

Las numerosas declaraciones efectuadas días atrás sobre la salida de la crisis económica no han tenido mucho eco en los mercados de valores, en parte porque llegan acompañadas de unos datos -inflación y desempleo- que encajan mal con los pronósticos y, también, porque en estos días han -crecido las dudas sobre la continuidad de la tendencia a la baja de los tipos de interés, trampolín desde el que las cotizaciones han saltado a sus niveles actuales. El actual ciclo bursátil ha sido calificado de financiero porque está basado en un simple trasvase de dinero entre mercados y su continuidad lógica está en un ciclo basado en la economía real, es decir, en un incremento de los resultados empresariales, algo que los intentos de inyectar confianza al sistema no pueden conseguir en dos días.La actividad de esta sesión fue muy baja, poco más de 26.000 millones de pesetas efectivas, y el exceso de papel mantuvo' al índice a la baja durante todo el día. La prudencia de los inversores ante los últimos datos macroeconómicos es evidente, incluso teniendo en cuenta que las alternativas a la Bolsa sirven más para aparcar el dinero que para desviarlo en busca de una rentabilidad atractiva. Los mercados externos ejercieron alguna influencia sobre la Bolsa española, sobre todo Wall Street cuando, tras algunos titubeos iniciales conseguía orientar los precios al alza. Francfort ganó un 1,21%, mientras que París cedía el 1,4% y Londres un 0,46%. Wall Street subió 9,28 puntos al cierre de la sesión. El índice general de Madrid perdió al cierre 2,16 puntos, el 0,62%, tras haber bajado hasta 3,65 puntos.