_
_
_
_

La pelea de las patinadoras acapara el interés de la audiencia de EE UU

"¿Saben lo que les digo? ¡Que odio a Tonya Harding!". Para apreciar mejor este chiste con el que Jay Leno, showman de la NBC, abrió uno de sus programas de esta semana, hay que vivir en EE UU y estar ya saturado del culebrón de las patinadoras sobre hielo Nancy Kerrigan y Tonya Harding y de que sus caras y sus piruetas ocupen todas las pantallas desde hace más de un mes.La broma de Jay Leno sobre Tonya Harding, la mala, fue reída por su público en el estudio, pero la expectación que ha provocado el caso es algo muy serio. Y ahora la retransmisión de los Juegos Olímpicos de Invierno desde Lillehammer es un nuevo trampolín para que las imágenes de las dos patinadoras no abandonen a la audiencia ni siquiera cinco minutos.

El 6 de enero, Nancy Kerrigan era agredida por un desconocido que le golpeó con una barra de hierro en la rodilla al abandonar la pista de hielo en la que se entrenaba para las inminentes eliminatorias del equipo olímpico norteamericano. Pocos días después quedó al descubierto una sórdida trama que relacionaba al atacante y a sus cómplices con la máxima rival de Nancy Kerrigan para la medalla de oro de patinaje artístico, Tonya Harding. La Harding dijo que no sabía nada, y acusó a su ex marido.

El ex marido, a su vez, se confesó culpable y la acusó a ella, a cambio de una sentencia más suave. Mientras tanto, Nancy Kerrigan se recuperaba y seguía entrenando para Lillehammer. Y todo, absolutamente todo lo que iba ocurriendo, conquistaba portadas, ilustraba exclusivas y movilizaba a cientos de periodistas. Y la televisión ha sido la gran pista por la que el caso se ha deslizado hasta fascinar a toda la audiencia.

Walter Corikrite, el padre de los grandes comunicadores de televisión, ha defendido la necesidad de informar a fondo sobre la vida y milagros de los personajes públicos, pero confesó grandes dificultades para explicarse la saturación de los medios audiovisuales con las patinadoras y llegó a decir que, en su opinión, "esta vez la cosa se les ha escapado de las manos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_