Leguina se distancia por igual de Solchaga y de Corcuera
El presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, empieza a definir cuál es su modelo de renovación y a señalar a los que no están en su bando. Militantes y portavoces madrileños definidos dentro de los sectores guerrista o integrador del PSOE, encabezados por José Acosta, el presidente de la Federación Socialista Madrileña (FSM), y Juan Barranco, ex alcalde de Madrid y senador, no son ya sus únicos puntos de mira.El presidente autonómico madrileño piensa -según exponen sus más directos colaboradores- que la apuesta por la renovación carecería de sentido si el actual secretario general del PSOE, Felipe González, permite al final que el ex ministro José Luis Corcuera (según esta versión, aliado de Alfonso Guerra) ocupe el puesto de secretario de organización, que ahora ejerce José María Benegas.
Los leguinistas -ese sector radical de la renovación madrileña- sienten una animadversión nada disimulada por Guerra. Ahora, sin embargo, les preocupa más que el vicesecretario general coloque a alguno de sus hombres en puestos claves internos o externos de la organización que la cuestión de si Guerra debe entrar o no en la ejecutiva.
Los partidarios de Leguina recuerdan que el anterior congreso del PSOE se cerró en falso y propugnan que en éste no se tengan demasiadas contemplaciones con los representantes del sector guerrista (que cifran en torno a un 20% o 30%) "porque sería perpetuar el error".
La renovación, para Leguina y sus correligionarios, no es una masa uniforme y ha llegado el momento de distinguir el grano de la paja. Fuentes próximas a Leguina especifican que la "renovación radical" que debe representar la FSM en el 33º Congreso Federal del PSOE del próximo marzo tampoco está en el carro de las teorías neoliberales que representa el ex ministro de Economía Carlos Solchaga. Incluso señalan que la filosofía de la renovación, expuesta hace tres años por Leguina en el Hotel Chamartín de Madrid, tiene poco que ver con la renovación trufada de "contemplaciones" que preconizan personalidades socialistas como Manuel Chaves, José Bono o Joan Lerma.
"Son lejanías distintas, pero equidistantes de nuestras posiciones", ha reconocido en público Virgilio Cano, consejero de Cooperación de la Comunidad de Madrid y valedor de Leguina en la estructura interna del partido en la región. "De Corcuera nos separa una concepción de diseño de partido, y de Solchaga aspectos estratégicos", añadió Cano.
Los consejeros más próximos a Leguina creen que éste "sería una magnífica expresión de refuerzo de la renovación" y se muestran dispuestos a dar la batalla para que el presidente autonómico de Madrid esté en la nueva ejecutiva.
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