Comienzan las pruebas del nuevo detector de conductores ebrios
La Guardia Civil ha comenzado este fin de semana, en Barcelona y Madrid, a practicar a los conductores las nuevas pruebas para evaluar el grado de alcoholismo. Son siete exámenes adicionales al alcoholímetro, cuyos resultados facilitarán a los jueces suficientes elementos para determinar si los automovilistas estaban ebrios. Los test no tendrán validez hasta el próximo año. Por ahora se trata de un experimento y los conductores decidirán si se someten a él.
Los nuevos test no comenzarán a realizarse con carácter efectivo hasta dentro de un año, pero entonces serán de cumplimiento obligatorio para los automovilistas.Estas pruebas se dividen en siete grupos: coordinación y equilibrio; exploración del nistagmo; aspecto facial; aliento; vómito; lenguaje; y comportamiento. Lo más llamativo es quizá la exploración del nistagmo, que se efectúa mediante un aparato que obligará al conductor a seguir con su vista un punto fijo, de izquierda a derecha y viceversa.
Los otros aspectos que se tendrán en cuenta son el enrojecimiento de los pómulos y la nariz; el aliento; posibles vómitos; la fluidez del habla; el comportamiento; y la forma de expresarse.
Fernando Falcó, presidente del Real Automóvil Club de España (RACE), declaró ayer a la cadena SER que las nuevas pruebas dejan indefensos a los conductores frente a posibles fallos de los aparatos. "Pueden inculpar a alguien que tenga defectos en la vista o que parpadee por otros motivos no causados por influencia del alcohol".
Aumentan los controles
Tráfico efectuó el año pasado 791.496 controles de alcoholemia (161.631 más que en 1992), según la contestación del Gobierno a una pregunta formulada por Rogelio Baón, diputado del PP, informa Europa Press.La Guardia Civil formuló en, 1993 casi 2.300.000 denuncias. Las infracciones más frecuentes fueron el exceso de velocidad, la alcoholemia, no haber pasado la ITV y los adelantamientos indebidos. También fueron comunes la falta de cascos de protección en motos, no usar los cinturones de seguridad y saltarse los semáforos en rojo.
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