La vieja posada de Pinto enseña su nueva cara tras cinco años de obras
Cinco promociones de alumnos (una por año) de la escuela de formación de Pinto han participado en la rehabilitación de la posada de la localidad. El edificio, del siglo XVIII, ubicado en la plaza principal, está en obras desde 1988. Ahora, por fin, la reforma llega a su recta final. En poco tiempo, la vieja posada albergará las oficinas del Inem y un restaurante que recordará la vieja tradición del local.
El proyecto definitivo convertirá la posada en un edificio de dos plantas de 500 metros cuadrados de superficie cada una.El edificio, que se encuentra en la plaza principal del municipio, funcionó como casa de huéspedes durante el siglo XVIII y forma parte de la plaza porticada, que cumplió en la antigüedad funciones. de mercado y plaza de toros. Según el Ayuntamiento, la característica principal de esta restauración es el respeto al entorno arquitectónico.
El concejal de empleo de Pinto, Agustín Martínez, de IU, explica que cerca de 200 trabajadores han pasado por este proyecto durante las cinco promociones como electricistas, albañiles, carpinteros o fontaneros. Cuarenta jóvenes trabajaron cada año en la posada y un 25% consiguió colocarse en alguna empresa tras dejar su ocupación municipal, según Martínez.
Larga duración
Los grupos de la oposición en Pinto han criticado la "exagerada" duración de las obras. Según el portavoz de Plataforma Ciudadana, Antonio Gómez, "los trabajos no avanzan y no hay una coordinación adecuada". El concejal de empleo ha reconocido que se han producido demoras, puesto que no todos los años han tenido subvención del Inem y la coordinación del proyecto tampoco ha sido siempre la adecuada.El concejal reconoce que "al tratarse de un proyecto de formación, no se avanza igual que en las demás obras". El proyecto finalizará el próximo mes de mayo.
La posada alojó durante su historia sobre todo a comerciantes, agricultores y ganaderos que acudían a las distintas ferias. El declive de la posada coincide con la evolución del municipio, que pasa de ser un pueblo netamente agrícola y rural a un núcleo urbano en el extrarradio. La plaza porticada donde se encuentra la posada es uno de los emplazamientos más antiguos de Pinto.
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